En un reciente comunicado, Hamás ha rechazado la última propuesta estadounidense de alto el fuego en Gaza, argumentando que no cumple con las demandas justas y legítimas del pueblo palestino. Según el grupo, la propuesta, que ha sido aceptada por Israel, sólo busca consolidar su ocupación y continuar con sus políticas de violencia y restricción de recursos hacia la población palestina.
Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, expresó que tras un análisis detallado, queda claro que la respuesta israelí no es más que un intento de perpetuar la ocupación y las condiciones de vida adversas para los palestinos, incluso durante lo que debería ser una desescalada temporal. «Esta respuesta no satisface ninguna de las justas y legítimas demandas de nuestro pueblo, entre ellas el cese inmediato de las hostilidades y el fin de la catástrofe humanitaria», agregó Naim.
A pesar del rechazo inicial, Naim indicó que los líderes de Hamás aún están revisando la propuesta de Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos, dada la severidad de la situación en Gaza, calificada por muchos como un genocidio en curso.
El plan propuesto por Witkoff incluye la liberación de diez rehenes vivos y dieciocho muertos en dos fases, a cambio de un alto el fuego de sesenta días. Asimismo, contempla la distribución inmediata de ayuda humanitaria, con el apoyo de organismos internacionales como las Naciones Unidas y la Media Luna Roja.
La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles críticos, con casi 4.000 palestinos fallecidos desde la reanudación de los bombardeos israelíes el pasado 18 de marzo, tras la ruptura unilateral de un acuerdo de alto el fuego. El conflicto ha desplazado a más de 430.000 personas, agravando aún más las condiciones de vida en la franja, donde un bloqueo israelí de casi tres meses ha llevado a altos niveles de inseguridad alimentaria entre la población de más de dos millones de habitantes, la mitad de ellos niños, según reportes recientes respaldados por la ONU.
La comunidad internacional continúa observando de cerca la evolución de la situación, mientras la desesperación aumenta entre los residentes de Gaza y se alzan voces exigiendo una solución justa y duradera que ponga fin a décadas de conflicto.