El socialista Álvaro Gutiérrez, quien no repetirá como presidente de la Diputación de Toledo, ha expresado este martes que se retira «con la misma humildad» con la que ingresó hace ocho años, y con el «orgullo y la satisfacción» de haber transformado la institución provincial y la forma de hacer política en ella.
Durante una conferencia de prensa, cuando se le preguntó sobre su futuro político, Gutiérrez dejó en claro que lo que más le importa es su municipio, Escalona, donde ha sido elegido alcalde por quinta vez consecutiva, obteniendo el 82,1% de los votos y 10 concejales de 11 posibles. «Me debo a Escalona y tengo una gran ilusión por seguir trabajando allí», subrayó Gutiérrez.
Aprovechando la pregunta, el presidente saliente mencionó algunas de las cosas de las que se siente más orgulloso durante su mandato en la Diputación, como haber logrado «una concordia y un entendimiento extraordinario» gracias a la actitud de la oposición y, sobre todo, gracias a la actitud de su gobierno.
En este sentido, declaró que a pesar de contar con una mayoría absoluta, su equipo de gobierno fue capaz de llegar a acuerdos con los municipios en materia de inversiones, políticas sociales e incluso en la aprobación y elaboración de los presupuestos generales de la Diputación. «No necesitábamos el voto ni el apoyo de los grupos de la oposición para llevar adelante nuestras propuestas, pero lo logramos casi todo por unanimidad», presumió el presidente en funciones.
Gutiérrez pidió que el próximo gobierno de la Diputación provincial mantenga el mismo talante que ha tenido su equipo durante esta legislatura, destacando la capacidad de diálogo, entendimiento y colaboración como la mejor forma de trabajar y hacer progresar la provincia en los próximos cuatro años.