El Secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha y diputado nacional, Sergio Gutiérrez, ha enfatizado la importancia del enfoque de estabilidad, consenso y progreso instaurado en la región gracias al liderazgo del presidente Emiliano García-Page. Este modelo ha permitido que Castilla-La Mancha mantenga una trayectoria positiva, logrando crear más empleo que la media nacional y fortaleciendo la cohesión social a través de consensos y pactos.
Gutiérrez, en su intervención durante la cena de Navidad del PSOE en Guadalajara, destacó con orgullo que Castilla-La Mancha se ha convertido en una excepción en el panorama español, gobernando con moderación y sentido común. Esta gobernanza ha permitido alianzas con diversos partidos políticos, como el acuerdo para aprobar el Estatuto de Autonomía, y ha facilitado compromisos con empresarios y sindicatos en pro de la creación de empleo y el desarrollo económico.
El responsable socialista subrayó que la región ha vuelto a seguir el camino correcto, no solo superando la media nacional en la creación de empleo, sino también reduciendo las desigualdades sociales de manera más efectiva que el promedio nacional. Esta metodología singular de estabilidad, consenso y progreso, según Gutiérrez, es un legado del presidente García-Page que ha definido el rumbo de la región.
Por otro lado, Gutiérrez criticó al Partido Popular (PP) de Núñez, acusándolo de intentar blanquear los comportamientos de Vox. En sus declaraciones, señaló que el PP confronta la corrupción de algunos partidos pero no la de Vox, que no pertenece a Castilla-La Mancha, alegando que esto podría ser un intento anticipado de necesitar a Vox como aliado político en el futuro.
Haciendo referencia al escándalo de ‘Revuelta’, la organización juvenil de Vox vinculada a la gestión de fondos para los damnificados por la DANA en Valencia, Letur y Mira, Gutiérrez hizo un llamamiento al PP de Núñez para que mantuviera la coherencia en lo que condena y valora. Argumentó que, si bien es aceptable criticar la corrupción de algunos, es imperativo también señalar las malas prácticas de los propios socios, como es el caso de Vox. Concluyó enfatizando que no hay estrategia electoral que justifique la tolerancia de comportamientos corruptos o discriminatorios como los defendidos por Vox.
