Guías oficiales de turismo de Toledo han presentado este viernes ante el Ayuntamiento capitalino un total de 5.950 firmas recogidas en un mes, con el objetivo de frenar la ordenanza para la Regulación de la actividad turística y convivencia ciudadana del equipo de Gobierno, a la que consideran ineficaz a pesar de que busca la sostenibilidad.
Alberto López, en representación de los 30 profesionales que operan en la ciudad, ha destacado que las firmas han sido recolectadas entre vecinos, comerciantes y empresas de visitas guiadas, que temen las implicaciones de esta normativa, que ha sido desarrollada «de espaldas» al sector. Según López, no se ha permitido la participación del mismo en la elaboración de la ordenanza, argumentando que se debió haber creado una mesa de trabajo donde asociaciones y grupos pudieran expresar sus opiniones. «El concejal de Turismo, José Manuel Velasco, nos ha citado de manera individual, lo que ha impedido que se establezca un diálogo constructivo con los vecinos», ha señalado.
Con la posibilidad de que la ordenanza sea aprobada en el próximo pleno a finales de mes, los guías advierten que la propuesta podría invadir competencias de la Junta de Comunidades, que es la administración competente en la regulación de guías turísticos. Como respuesta, no descartan recurrir a la vía judicial o convocar manifestaciones, criticando que esta normativa ha sido elaborada «deprisa y corriendo».
Silvia Verde, otra de las guías oficiales, ha compartido algunas ideas para abordar la masificación en Toledo. Sugiere que los grandes grupos de turistas lleguen a partir de las 12:00 horas, tras finalizar el abastecimiento a la hostelería. Esto, afirma, ayudaría a mitigar el 50% del problema y, además, permitiría que los visitantes se quedaran a comer y dormir, beneficiando así la economía local. También ha propuesto que los residentes del casco antiguo se beneficien de la tasa que cobra el Consistorio a los autobuses turísticos, sugiriendo una reducción del IBI para que puedan ver un beneficio directo en sus bolsillos.
Sin embargo, han indicado que no han tenido la oportunidad de dialogar con asociaciones vecinales sobre la propuesta de reducción del IBI, reconociendo que la recaudación podría utilizarse para atender otras necesidades en el Casco que mejoren la calidad de vida de los residentes.
El colectivo cuestiona también algunas de las restricciones planteadas en la ordenanza, como la limitación de grupos a 30 personas y la prohibición del uso de altavoces y material publicitario en espacios públicos. Alberto Sánchez, otro guía, ha criticado la estigmatización de los “free tours”, asegurando que este modelo de visitas beneficia a familias con menos recursos y que la reducción de grupos no resolverá la masificación. «Si un grupo de 30 personas camina por la misma calle que otros 30, la masificación persiste», ha alertado.
Finalmente, han instado al edil de Turismo a sentarse con los profesionales del sector que enfrentan diariamente los retos del turismo en Toledo, para poder identificar qué elementos de la ordenanza realmente necesitan ser abordados y mejorados.
