El presidente Donald J. Trump firmó ayer una orden ejecutiva que marca un hito en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el Reino Unido, dando inicio a la implementación del Acuerdo de Prosperidad Económica entre ambos países. Este acuerdo promete transformar el panorama comercial, ofreciendo a las empresas estadounidenses un acceso sin precedentes a los mercados británicos y fortaleciendo la seguridad nacional de EE. UU.
Entre las principales ventajas del acuerdo, destaca la creación de miles de millones de dólares en acceso al mercado para exportaciones estadounidenses, especialmente en los sectores de carne, etanol y otros productos agrícolas. El Reino Unido se ha comprometido a reducir o eliminar diversas barreras no arancelarias que han discriminado injustamente a los productos estadounidenses, afectando la base manufacturera de EE. UU. y poniendo en riesgo la seguridad nacional.
Adicionalmente, los dos países trabajarán en conjunto para negociar condiciones favorables relacionadas con productos farmacéuticos del Reino Unido, dependiendo de los hallazgos de una investigación bajo la Sección 232. Este análisis también abarcará sectores sensibles como automóviles, aeroespacial, y acero y aluminio, abordando inquietudes de seguridad nacional que pueden surgir en futuras investigaciones.
La orden establece medidas específicas para la importación de automóviles; los primeros 100,000 vehículos provenientes del Reino Unido estarán sujetos a un arancel total del 10%, mientras que cualquier vehículo adicional será gravado con un arancel del 25%. Además, las piezas automotrices británicas destinadas a vehículos locales también tendrán un arancel del 10%. En el ámbito aeroespacial, ciertos productos del Reino Unido ya no estarán sujetos a aranceles, fortaleciendo así las cadenas de suministro de fabricación aeronáutica.
Este acuerdo no solo mejora las relaciones bilaterales entre EE. UU. y el Reino Unido, sino que también establece un precedente para otros socios comerciales, promoviendo un comercio más recíproco con Estados Unidos. Se estima que el comercio total de bienes entre EE. UU. y el Reino Unido alcanzó los 148 mil millones de dólares en 2024, con el Reino Unido aplicando un arancel agrícola promedio del 9.2%, en contraste con el 5% de EE. UU. antes de la implementación del nuevo arancel del 10%.
Trump ha afirmado que el acuerdo será beneficioso para ambos países. «Este trato incluye miles de millones de dólares en acceso al mercado para exportaciones estadounidenses», subrayó, al tiempo que su homólogo británico, el primer ministro Keir Starmer, añadió que el acuerdo no solo protegerá empleos, sino que también creará nuevas oportunidades laborales.
Esta iniciativa refuerza el compromiso constante de Trump de desafiar las prácticas comerciales injustas y de asegurar que los trabajadores y empresas estadounidenses no tengan que soportar las desventajas que han contribuido al histórico déficit comercial del país. Con este acuerdo, se vislumbra una nueva era de prosperidad y colaboración económica con uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos.
Fuente: WhiteHouse.gov