Con motivo del inicio de la campaña electoral, el alcalde de Guadalajara y candidato a la reelección por el Partido Socialista, Alberto Rojo, ha dado a conocer su programa electoral. Este programa está compuesto por 421 medidas que buscan llevar a la ciudad a un nuevo nivel de modernidad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Rojo ha destacado la importancia que tendrá en su mandato la mejora de los barrios y pueblos anexionados, para lo cual se destinarán recursos a la mejora de las comunicaciones y servicios, así como a la ampliación del suelo residencial.
Además, la mejora del aspecto urbano será un eje fundamental de su gestión, con un Plan Integral de Calles que contempla la inversión de más de 22 millones de euros para mejorar el estado de las vías más deterioradas. La remodelación integral de la plaza de Santo Domingo, la plaza de España y el Paseo de las Cruces son algunos de los proyectos urbanísticos previstos.
Entre los principales desafíos que se plantea el candidato socialista destacan la creación de 6.000 empleos, la puesta en marcha de Guadalajara Emprende, la disminución de la carga fiscal, una mejor atención al mantenimiento de los colegios, la construcción de un instituto, fomento del suelo industrial y de nuevas empresas y la construcción de 415 viviendas en alquiler a precios asequibles. También se prevé la instalación de nuevas bibliotecas en la fábrica de Mora y el parque de la Amistad.
Asimismo, Rojo ha anunciado la puesta en marcha de una Comunidad Energética Renovable, mejoras en la limpieza, una transformación de los consejos de barrio, la creación de una App única ciudadana y la construcción de un Parque de educación vial.
En otro orden de cosas, el alcalde ha anunciado la retirada del andamio en el antiguo edificio del Maragato, que ha sido un elemento cotidiano en la Plaza Mayor durante más de 15 años. Este hecho supondrá, según Rojo, un antes y un después, y ejemplifica los planes que tiene para la mejora del casco histórico de la ciudad.
La constructora encargada del proyecto retirará los elementos ornamentales, como las molduras o las barandillas, para restaurarlos y volver a incorporarlos al nuevo edificio, cuya fachada será idéntica a la del original.
