Guadalajara ha vivido este viernes un emotivo acto de repulsa en la Plaza Mayor del Ayuntamiento, donde se ha guardado un minuto de silencio en memoria de Ramy Virginia Taccarelli, de 41 años, quien fue encontrada muerta el pasado miércoles en Ruguilla, Cifuentes, presuntamente a manos de su pareja. Esta tragedia ha reabierto el debate sobre la violencia de género, un problema que sigue afectando a la sociedad.
La concentración ha reunido a decenas de ciudadanos, junto a familiares de la víctima, así como a representantes de diversas instituciones. Entre ellos se encontraban la consejera de Igualdad, Sara Simón; la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos; la subdelegada del Gobierno, Susana Caballos; y la delegada de la Junta de Castilla-La Mancha, Rosa María García. Todos ellos coincidieron en la importancia de combatir esta lacra social desde la unidad.
En declaraciones a la prensa, la consejera de Igualdad afirmó que se trataba de un «asesinato confirmado como violencia machista», y lamentó el desenlace trágico que ya se sospechaba podría ocurrir. Ramy deja huérfana a una niña de cinco años y tiene un hijo de 18 años. La consejera también anunció que la Junta se personará en el caso y ofrecerá apoyo a la familia en aspectos psicológicos y económicos, incluyendo ayudas de orfandad.
Simón enfatizó que es fundamental comenzar a hablar de terrorismo machista y recordó la disponibilidad de recursos para las mujeres, tales como los 88 centros de la mujer y la línea 016. También hizo hincapié en la necesidad de que las mujeres se atrevan a denunciar, pese a que, en promedio, muchas tardan hasta nueve años en hacerlo.
La alcaldesa Guarinos, por su parte, expresó su pesar por el asesinato y subrayó que este es un «día negro para la ciudad», instando a la sociedad a combatir esta «lacra» mediante la unidad y el respeto. Durante el acto, un grupo de asistentes alzó la voz contra el racismo y la violencia, y una representante de la Asociación Siempre Vivas criticó la «hipocresía» de ciertos partidos que, según ella, legitiman este tipo de violencia.
Este triste suceso pone de manifiesto la urgencia de seguir trabajando en la concienciación y en la prevención de la violencia de género, así como la necesidad de un compromiso social y político firme para erradicarla.
