La tarde del jueves en Guadalajara se vio marcada por una intensa lluvia que generó alrededor de 20 incidencias relacionadas con inundaciones en bajos y garajes, así como embalsamientos de agua en diferentes vías públicas. Este fenómeno meteorológico obligó a los servicios de Bomberos del Ayuntamiento de Guadalajara, Policía Local y Protección Civil a realizar un esfuerzo considerable para atender las emergencias.
Durante el periodo crítico entre las 15.30 y las 17.00 horas, se registró un notable aumento en las llamadas de alerta. Este lapso también se caracterizó por un incremento en la congestión del tráfico, debido a cortes puntuales causados por el embalsamiento de agua. Las áreas más afectadas incluyeron la carretera de Cabanillas del Campo, la autonómica CM-1007, el barrio de Manantiales, la zona de Cuatro Caminos, la calle Julián Besteiro y varias avenidas de Aguas Vivas.
A pesar de que inicialmente se había emitido un aviso amarillo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decidió activar a las 17.00 horas un aviso naranja, el segundo nivel en una escala de tres. Este aviso alertaba sobre el riesgo significativo de lluvias que podrían alcanzar los 30 litros por metro cuadrado en tan solo una hora, y estuvo vigente hasta las 20.00 horas.
Para la jornada del viernes, el Consistorio ha informado que, de momento, no hay aviso en vigor por previsión de fuertes lluvias en Guadalajara. Esto sugiere un alivio en las condiciones climáticas para los ciudadanos, después de las complicaciones vividas el jueves.
