En Guadalajara, la situación actual del mercado inmobiliario de alquiler y compra no ha llevado al Ayuntamiento a contemplar el establecimiento de la ciudad como zona tensionada. La alcaldesa, Ana Guarinos, ha hecho saber que actualmente no es necesario adoptar medidas para limitar el precio del alquiler, aunque está abierta a tomar decisiones al respecto si en el futuro la demanda superase de manera significativa a la oferta.
Durante una visita al Centro Municipal de Acogida de animales domésticos abandonados, Guarinos respondió a los periodistas que Guadalajara ha experimentado un notable aumento en la demanda de viviendas tanto para alquiler, donde la oferta es escasa, como para compra. No obstante, la alcaldesa mantiene una visión optimista debido al desarrollo residencial en curso y planificado para el futuro inmediato.
Guarinos recordó que se espera una ampliación de la oferta de viviendas en la ciudad con proyectos como las 450 viviendas en la antigua Avicu, las previstas en el SUE-30 y las futuras construcciones en dirección a Yebes-Valdeluz, donde se incluirán también pisos sociales. Estos desarrollos apuntan a una sustancial adición al inventario residencial de la ciudad.
La alcaldesa enfatizó que el foco municipal también está en el desarrollo industrial y la expansión sobre suelo no calificado para tal fin, algo que ya está en proceso y se considera necesario tanto para la zona industrial como para la residencial.
La gestión actual, por lo tanto, no incluye medidas de intervención en el mercado de alquiler y la prioridad parece estar en fomentar el crecimiento residencial e industrial de Guadalajara, con la intención de mantener el balance entre la oferta y la demanda de vivienda.
