El Centro Social Cuartel de Henares del barrio de los Manantiales de Guadalajara acoge estos días una exposición itinerante sobre historias de vida anónimas de la población inmigrante que un día llegó a la ciudad, y donde, a través de una docena de paneles muestran cómo se sienten y cómo fueron acogidos cuando llegaron, resaltando la generosidad mostrada por la mayoría de los guadalajareños.
Así, a través de esta muestra, enmarcada dentro del programa EnRedandoBarrios y que recorrerá distintos centros de la ciudad, Accem busca visibilizar la realidad de la población migrante mediante la sensibilización y la intervención comunitaria, asegurando desde esta asociación como una gran mayoría de la población migrante se siente muy bien acogida, en este caso, del barrio de los Manantiales.
La historia de Ousman, de 26 años y procedente de Senegal, es una de la docena de historias que se relatan en estos paneles de vida. Él llegó a España hace seis meses en busca de una vida mejor y su sueño sería poder ser escritor algún día.
Reconoce que fue muy duro dejar su hogar pero también que allí no podía hacer realidad su deseo. «Mi sueño es ser escritor y hacer un libro de la razón por la cual muchos jóvenes como yo dejan África».
Hoy Ousman vive en Accem, donde ha encontrado a «mucha gente buena» que le anima a luchar por lo que quiere.
UN QUINTO DE POBLACIÓN EXTRANJERA
La muestra ha contado en su inauguración con la presencia del responsable regional de Accem y párroco del barrio de los Manantiales, Braulio Carlés, y el concejal de Bienestar, Ignacio de la Iglesia, quien ha aportado el dato de como en Guadalajara ya hay un quinto de población de origen extranjero.
Una exposición que recoge la situación de acogida y de integración de muchos inmigrantes que hasta llegar a ella han pasado, en muchos casos, por situaciones de sufrimiento y dolor, de ahí que para Carlés sea fundamental la sensibilización y la convivencia.
Y aunque Carlés ha admitido la normalidad del miedo a lo desconocido, ha subrayado como este se supera en el día a día gracias a la convivencia lograda una vez que las familias, sean del país que sean, se cruzan comprando el pan o llevando a los niños al colegio.
«Esto es lo normal y es lo que hace que haya una buena interculturalidad y que se supere el temor inicial, porque la migración es una realidad y no hay que tenerle miedo», ha asegurado.
Carlés ha subrayado que, si bien en estos momentos Ucrania es el referente de la migración, hay otros muchos conflictos en el mundo que han traído a España población de otros muchos países, y ha incidido en la importancia de ser «mucho más solidarios y acogedores» con una migración «ordenada» que suponen también «una riqueza» para la población autóctona.
Así, desde Accem se atiende hoy no solo a población de Ucrania sino de países como Afganistán, Sierra Leona, Colombia, Marruecos.
Por su parte, el concejal de Bienestar, Ignacio de la Iglesia, ha apuntado que Guadalajara es una ciudad acogedora de población migrante, porcentaje que en la capital supera el 20% de su población total, defendiendo la «convivencia» como algo básico que lleva trabajándose en esta ciudad.
De la Iglesia ha remarcado también que cuando una persona abandona su país, generalmente es por necesidad, de ahí la importancia de «cooperar» para que pueda llevar a cabo de la forma más conveniente posible.
El barrio de los Manantiales es uno los barrio que acoge más población inmigrante: peruanos, colombianos, venezolano, ecuatorianos o marroquíes, entre otros, un lugar referencial en el que hoy se vive interculturalidad con la mayor normalidad en esta barriada, ha incidido su párroco.
