En un episodio que causó revuelo durante la gala de «Gran Hermano» el martes, Ada, defensora de una de las concursantes llamada Maica, fue detenida en pleno directo por sus declaraciones explosivas. Ada lanzó acusaciones severas contra Óscar Landa, otro participante del reality, sugiriendo que había cometido un grave delito contra Maica. Esta acusación generó una inmediata y fuerte reacción tanto del presentador del programa, Jorge Javier Vázquez, como del público.
El incidente se desenvuelve en un contexto donde Óscar Landa y su amigo Ruvens, conocidos coloquialmente como ‘Ruscar’, suelen mantener conversaciones profundas y variadas durante las horas nocturnas del programa, abordando temas que van desde el arte pictórico y el cine hasta lemas nacionales y aspectos de historia internacional y española. Con un léxico rico y una notable habilidad para las alegorías, estas charlas también incluyen comentarios en tono humorístico sobre la convivencia dentro de la casa, incluidas sus diferencias con otros participantes como Maica y Daniela.
Ada intentó aprovechar uno de estos momentos para defender a Maica en el plató, alegando que Landa había amenazado de forma explícita con la vida de su protegida en un gesto dramático: «La ha amenazado de muerte. Le ha dicho que le va a cortar la cabeza», exclamó, desencadenando una mezcla de incredulidad y humor involuntario por parte de Vázquez, quien intentó, sin éxito, contener su reacción ante lo que consideró una interpretación exagerada y errada de los comentarios de Landa.
La representante de Óscar en el programa también salió en su defensa, criticando la interpretación de Ada y sugiriendo que había una falta de comprensión hacia el tipo de lenguaje y la dinámica existente entre los participantes. Esto culminó con Vázquez aclarando que la supuesta amenaza de muerte no era más que una referencia histórica hecha en tono jocoso, lejos de cualquier insinuación violenta real.
Esta situación provocó una oleada de críticas hacia Ada en las redes sociales, al punto de que se vio forzada a retirar su acusación y ofrecer disculpas públicas, admitiendo su error y reconociendo que se había dejado llevar por el nerviosismo y la inexperiencia en televisión. Este momento también incluyó una advertencia proveniente de Isabel Landa, hermana de Óscar, quien le instó a Ada a retractarse para evitar posibles acciones legales por la gravedad de su acusación.
En resumen, el episodio dejó al descubierto la complejidad de la convivencia y la comunicación en un entorno tan único como el de «Gran Hermano», así como la importancia de la precisión en las acusaciones y la responsabilidad de los defensores de los participantes al representarlos públicamente.