En un giro inesperado y sin precedentes en la historia de «Supervivientes 2024», Gorka Ibarguren, uno de los participantes más carismáticos y favoritos para alzar el título de ganador, fue descalificado a las puertas de la tan ansiada gran final, quedándose apenas a 13 votos de diferencia de su contrincante. Sandra Barneda, encargada de transmitir la decisión, dejó a la audiencia en un estado de shock. Esta eliminación ha desencadenado un aluvión de críticas hacia el programa que no se había visto en ediciones anteriores, elevando la controversia en redes sociales.
Esta eliminación recordó a su antecedente más cercano, cuando Ibarguren fue expulsado del reality vasco «El Conquistador» de TVE, también justo antes de alcanzar la final. Esta vez, en «Supervivientes», entre él y Rubén Torres, otro de los competidores más fuertes, se vivió una de las «salvaciones más taquicárdicas» del programa, que tuvo que decidirse por un margen extremadamente estrecho del 50,003% de los votos, inclinando la balanza a favor de Torres.
La noticia de la ajustadísima descalificación de Gorka ha dividido a los seguidores del reality, presentando una polarización de opiniones. A través de redes sociales, se desató una tormenta donde una parte del público acusó al programa de Telecinco de manipulación y tongo, sugiriendo que detrás de la decisión había intereses ocultos por parte de la producción, mientras que otro sector celebraba la eliminación de Gorka, bajo la creencia de que había recibido un trato de favoritismo durante toda su estancia en Honduras.
En medio de acusaciones de falta de transparencia y críticas hacia la producción por cómo gestionó la votación y la posterior expulsión, también emergieron voces que destacaban la integridad y capacidad de liderazgo de Gorka, reconociéndolo como el «mejor concursante» de esta edición por su estrategia y habilidades de supervivencia demostradas a lo largo del concurso.
La controversia fue más allá de la simple descalificación de un participante. Resaltó profundamente la «injusticia» percibida por parte de la audiencia ante un enfrentamiento que concluyó en la expulsión de dos competidores aclamados por el público, Gorka y Torres, quienes dejaron el camino libre hacia la final a otros participantes que no habían estado en la mira del público hasta ese momento crítico.
«Supervivientes 2024» cerró uno de sus capítulos más polémicos y quizás memorables, no solo por el ajustado margen de votos que definió el destino de dos de sus más fuertes participantes, sino también por la avalancha de reacciones encontradas que ha provocado. La salida de Gorkka, tanto aclamada como lamentada, sin duda marcará un antes y un después en la historia del reality, dejándonos la reflexión sobre la delgada línea que separa la justicia de la controversia en el mundo de la televisión de realidad.