Un grupo de militares ha declarado este miércoles el control total de Guinea-Bisáu, suspendiendo el proceso electoral que se encontraba en curso y cerrando las fronteras y el espacio aéreo del país «hasta nueva orden». El portavoz del Alto Comando Militar para la Restauración del Orden Nacional, general Denis N’Canha, anunció la destitución del presidente Umaro Sissoco Embaló y la paralización inmediata de las actividades gubernamentales y de los medios de comunicación, junto con la imposición de un toque de queda.
Esta intervención militar se produce a solo un día de que se esperaban los resultados provisionales de las elecciones generales celebradas el pasado domingo, en las que tanto Embaló como su principal opositor, Fernando Dias da Costa, se reivindicaron como vencedores. El general N’Canha argumentó que el golpe es resultado de un supuesto plan para desestabilizar el país, que involucraba a políticos locales y narcotraficantes, según información de los servicios de inteligencia.
La situación ha generado una atmósfera de miedo entre la población, que ha empezado a huir hacia barrios periféricos debido a los fuertes disparos de armas automáticas que resonaron en la capital. Testigos reportaron la invasión de los militares a estaciones de radio y al palacio presidencial, mientras también se cerraron las rutas hacia la embajada de Portugal, buscando prevenir que políticos en riesgo pudieran buscar refugio. Guinea-Bisáu, un país que ha vivido históricamente inestabilidad política, se encuentra en una encrucijada crítica que podría agravar aún más su situación.
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