El Gobierno de la Comunidad Valenciana ha acogido con «moderada satisfacción» los cambios introducidos por el Ministerio en el Real Decreto del Tajo que incluye el recorte del trasvase del Tajo-Segura, pero que establece un seguimiento de la situación de ambas cuencas y fija una nueva planificación en 18 meses, aunque advierte que, «en aquellos puntos que no se ajusten a la posición del Consell en defensa del trasvase y de los regantes», tomará medidas, incluso legales.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Real Decreto que revisa la planificación hidrológica de una docena de demarcaciones hidrográficas para el periodo 2022-2027, que entre otras novedades incluye el establecimiento de un caudal ecológico mínimo en el río Tajo, que se aplicará de forma progresiva y que tiene como consecuencia el recorte gradual del trasvase Tajo-Segura de entre 70 y 110 hectómetros cúbicos de aquí a 2027.
En el texto se admite la evaluación de la situación de ambas cuencas, tanto la cedente, en función de la situación de los caudales, como la receptora, de acuerdo al resultados de las inversiones en el Segura, según fuentes de la Generalitat que han añadido que, además, en 18 meses habrá una nueva planificación hidrológica.
«Los cambios, por tanto, van en la buena dirección», según las mismas fuentes que han añadido que el resto del acuerdo lo valoraran «con detalle y, llegado el caso, se podrán tomar otras vías, incluso legales, en aquellos puntos que no se ajusten a la posición del Consell en defensa del trasvase y de los regantes».
El Consell ha subrayado que la redacción final de las cláusulas que han cambiado les da parte de razón ya que se tendrán que evaluar las cuencas anualmente para trasvasar y habrá nuevas normas en 18 meses mediante una Orden que «fijará los criterios técnicos y metodologías para la determinación de los caudales ecológicos para el conjunto de las demarcaciones hidrográficas, con las especificidades que se requieran, y los criterios y el procedimiento para establecer una zonificación de las masas de agua subterránea como medida de protección, a efectos del otorgamiento de autorizaciones y concesiones», según consta en la ‘Disposición final tercera. Actualización de la instrucción de planificación hidrológica’.
RECURSOS ADICIONALES
La nueva planificación contempla un caudal ecológico mínimo de 7 hectómetros cúbicos (hm3) en 2023 y de hasta 8,65 hectómetros cúbicos en 2026 en el río Tajo, según ha informado hoy el Gobierno y en «el peor de los escenarios» la reducción máxima de agua trasvasable está entre 70 y 110 hectómetros cúbicos, que se compensarán con inversiones para lograr disponer de recursos adicionales con agua desalada, reutilizada y con la eficiencia del regadío, ha señalado la Vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Además ha subrayado que estos recursos hídricos adicionales permitirán «como mínimo» 140 hm3 nuevos, es decir un volumen «superior al agua que se dejaría de trasvasar como pérdida del caudal ecológico incluso en épocas de sequía».
La vicepresidenta ha reconocido al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, su voluntad para que estas inversiones sean «transparentes», «participadas», y que el Gobierno pueda demostrar cómo se van cumpliendo los distintos hitos de la planificación con los respectivos territorios.