El Gobierno regional propone garantizar que la enseñanza de la Historia de España sea uniforme en todo el territorio nacional

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto hoy que se garantice que la enseñanza de la Historia de España sea igual en todo el territorio nacional, para que ningún independentista pueda inventarse la historia de este país.

García-Page así lo ha avanzado durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región que hoy se celebra en las Cortes, en el que ha hecho un balance de la situación actual de Castilla-La Mancha en comparación con su llegada al Ejecutivo regional y ha avanzado las medidas más importantes que se llevarán a cabo hasta el final de la legislatura.

Sobre la propuesta hecha por el Partido Popular a nivel nacional de retornar las competencias al Estado, García-Page ha manifestado su absoluta oposición durante el Debate, al considerar que “supondría una distorsión enorme para la inmensa plantilla de profesores”.

Además, “sería muy grave lanzar el mensaje de que por algunos independentistas manipulen los libros de texto, el resto de las comunidades autónomas, que ahora gestionamos mucho mejor la educación, tengamos que pagarlo”, ha subrayado García-Page al respecto.

Por el contrario, lo que el presidente regional ha propuesto es ponerse de acuerdo en una iniciativa que tenga alcance nacional, que se apruebe en Castilla-La Mancha para que se discuta en España y que consistiría en encargar al Consejo Escolar del Estado, dentro del pacto por la educación a negociar, “un proceso de revisión y armonización de los libros de texto en toda España para que ningún independentista se invente la historia de España”.

“Estamos dispuestos a ir por delante en esta propuesta porque tenemos una responsabilidad, somos la tierra de Cervantes, somos el centro de un idioma como es el español”, ha finalizado García-Page en relación con esta propuesta.

Por otra parte, en el año en el que se conmemora el 40 aniversario de la Constitución Española, el presidente regional ha destacado que la Carta Magna ha permitido la época de mayor progreso de la historia de España, ya que en estos 40 años “España ha pasado a ser un país avanzado y moderno en el ámbito europeo, en el que la ciudadanía vive en libertad y democracia”.

Otro de los grandes avances de la etapa constitucional en el ámbito nacional ha sido la instauración y consolidación del Estado de Bienestar, que garantiza los servicios públicos fundamentales a la ciudadanía, como la sanidad, la educación y los servicios sociales, que prestan las Comunidades Autónomas.

En este sentido, García-Page ha subrayado que tras los avances llevados a cabo en esta legislatura, Castilla-La Mancha “está en condiciones de liderar el Estado de bienestar en España, es decir, de encabezar los ranking en sanidad, en educación y en servicios sociales”.

En relación con la Constitución española, el presidente regional ha querido transmitir a todos los ciudadanos su absoluta determinación y la de todo el Gobierno regional con la Carta Magna.

“Nunca nos ha ido mejor a los ciudadanos de esta tierra que con la Constitución española y con el Estatuto de Autonomía”, ha querido enfatizar García-Page.

Por otra parte, el presidente castellano-manchego se ha referido al desafío independentista en Cataluña, una cuestión sobre la que ha señalado que entiende que haya partidos independentistas, que defiendan el egoísmo, algo que desde el Gobierno regional se combate, pero no que sean las propias instituciones democráticas y constitucionales las que socaven la forma de convivencia que nos dimos entre todos los españoles.

“No vamos a estar cruzados de brazos ante el independentismo y mucho menos ante el egoísmo que se esconde detrás del independentismo en Cataluña”, ha aclarado el presidente de Castilla-La Mancha.

En este sentido, ha indicado que Cataluña es un motor económico de España, de la que forma parte, y su pueblo ha sido determinante en la historia del país. Así, ha defendido que si a Cataluña le va bien, “será mejor para todo el país”.

En este mismo sentido, García-Page se ha mostrado contrario a la política de bloques, defendiendo que una de las señas de identidad de su Gobierno está siendo la centralidad y la moderación, para trabajar por lo que “nos une y no por lo que nos separa”, evitando la dinámica de este país de dividirse en bloques.

Así, ha defendido “responder desde el Estado de Derecho con mucha serenidad a esa estrategia que significa la política de bloques”.

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