El Gobierno de Castilla-La Mancha ha manifestado su decepción tras la suspensión de la reforma del Estatuto de Autonomía impulsada por el PSOE. Esta situación se produce después de que el PP presentara una enmienda solicitando que la horquilla de diputados en las Cortes regionales se mantenga entre 25 y 35.
José Manuel Caballero, vicepresidente segundo del Gobierno regional, expresó su desencanto indicando que el acuerdo entre PP y PSOE tenía como intención mejorar el Estatuto y aumentar los derechos y la representación de la comunidad autónoma. Caballero lamentó que el PP de Castilla-La Mancha, bajo la dirección de sus representantes, no haya podido tomar decisiones a favor de la región, acusando a la formación de falta de autonomía y valentía.
El vicepresidente subrayó que, a pesar del acuerdo previamente firmado con el presidente Emiliano García-Page, el PP habría retrocedido debido a presiones externas desde Madrid, lo que considera un ejemplo de desinterés por los asuntos de Castilla-La Mancha. Según Caballero, la región necesita líderes que prioricen sus intereses sobre los del partido.
En contraste, destacó la figura de García-Page como un líder capaz de defender la comunidad, subrayando su influencia en la desestimación por parte del Gobierno español de un proyecto que convertía el aeropuerto de Ciudad Real en un centro de recepción de inmigrantes. Caballero argumentó que tal decisión iba en contra de los derechos humanos y la dignidad que la región defiende. Reiteró que si la decisión hubiera dependido del presidente del PP, la propuesta se habría llevado a cabo, reforzando su crítica a la falta de compromiso del partido con Castilla-La Mancha.