El Gobierno de Castilla-La Mancha ha manifestado su firme oposición a la iniciativa que Vox llevará al próximo pleno de las Cortes regionales, en la que se pide la «expulsión inmediata de todos los inmigrantes ilegales» de la comunidad. La portavoz del Ejecutivo autonómico, Esther Padilla, calificó de «intolerable» esta propuesta y señaló que en Vox «son racistas, pero también clasistas».
Durante una rueda de prensa, Padilla expresó la «enorme preocupación» que siente el Gobierno ante las declaraciones y posiciones que el partido de extrema derecha ha adoptado en relación con la población inmigrante. También se mostró crítica con la actitud de Vox hacia las entidades sin ánimo de lucro que trabajan en la atención a estas personas vulnerables, afirmando que el partido «rechaza las dificultades de una parte de la población» y busca culpar a otros.
La portavoz del Gobierno señaló que Vox «no deja de esparcir odio y desconfianza» y ha asegurado que su administración se compromete a «trabajar y hacer todo lo posible» para oponerse a iniciativas como la presentada por Vox. Además, Padilla subrayó que el Gobierno respaldará a todas las personas vulnerables, independientemente de su origen, color de piel o situación económica, descartando así las afirmaciones de Vox.
En sus declaraciones, Padilla también argumentó que el objetivo de Vox parece ser «desarticular nuestra sociedad» y poner en duda los pilares democráticos y del Estado del Bienestar, haciendo un llamado a los demás partidos políticos y entidades para que no se dejen llevar por la retórica de la ultraderecha. «Por supuesto el Gobierno de Castilla-La Mancha no lo va a hacer», enfatizó, reiterando el compromiso del Ejecutivo con la inclusión y el respeto hacia todos los ciudadanos.