Vecinos españoles piden más inversiones y trato fiscal especial
Los vecinos españoles del Campo de Gibraltar, afectados por décadas de diferencias económicas y sociales con el Peñón, piden más inversiones y un trato fiscal singular. La alta política en Londres, Madrid y Bruselas negocia un “espacio de prosperidad compartida”. Sin embargo, este ideal está lleno de incertidumbres y preocupaciones para ambos lados.
El aeropuerto de Gibraltar es un punto estratégico que España desea compartir, aunque actualmente también es una base de la fuerza aérea británica. Las preguntas sobre las ventajas fiscales de Gibraltar, como su ausencia de IVA y un impuesto de sociedades del 15%, generan temores de competencia desleal. La seguridad, el contrabando de tabaco, el narcotráfico y las pensiones de los trabajadores españoles son temas clave que necesitan ser resueltos en cualquier acuerdo futuro.
Impacto económico y social en la región
Los alcaldes del Campo de Gibraltar, como José Ignacio Landaluce de Algeciras y Juan Franco de La Línea, expresan preocupaciones y esperanzas distintas. Landaluce teme que el acuerdo perjudique aún más a una zona ya muy deprimida, mientras que Franco ve una oportunidad para convertir La Línea en un centro tecnológico con apoyo popular y de empresas de inteligencia artificial. La comarca enfrenta altos niveles de desempleo y una calidad de vida deficiente, lo que hace crucial cualquier medida que promueva el desarrollo económico y social.
El futuro de Gibraltar y su relación con España está en juego. El Brexit dejó a Gibraltar en un limbo, necesitando el apoyo de España para mantener su peculiar estatus dentro de la UE. Las fuentes diplomáticas españolas aseguran que con el acuerdo “Gibraltar será más español que nunca desde 1704”. Sin embargo, los gibraltareños solo quieren seguir siendo gibraltareños, sin perder su identidad ni sus ventajas. La historia de Gibraltar, desde su ocupación en 1704 hasta las actuales negociaciones, muestra un territorio marcado por conflictos y desigualdades. La colonia británica ha sido una importante base militar y un punto de discordia entre España y el Reino Unido durante siglos. Ahora, con la posibilidad de un acuerdo en el horizonte, ambos lados esperan que se cierren las heridas del colonialismo y se igualen las oportunidades para todos.