La posibilidad de una reducción de la carga financiera en las comunidades autónomas se ha materializado en la estimación realizada por el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, que cifra en 2.404 millones de euros la condonación de la deuda de Castilla-La Mancha, lo que equivale a un 4,16% del total nacional, que asciende a 57.771 millones de euros. Según los técnicos, esta medida no afectaría el compromiso de España con la Unión Europea, ya que el endeudamiento público del país se mantendría estable.
Gestha señala que la condonación es un procedimiento interno que permitiría a las regiones disminuir los gastos derivados de los intereses y cumplir más eficientemente con los objetivos de déficit establecidos. Al mismo tiempo, el Estado se vería menos impactado al necesitar endeudarse menos para realizar las transferencias a ciertas comunidades que requieren liquidar parte de sus deudas con terceros. Esto podría aplicarse tanto a las comunidades no acogidas al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) como a aquellas cuyas asignaciones de cancelación superen su deuda con el FLA.
Además, esta acción simbolizaría la anulación del aumento de endeudamiento que las comunidades autónomas ejecutaron para respaldar los servicios públicos durante las etapas de recesión económica a partir de 2009.
A pesar de reconocer el esfuerzo gubernamental, Gestha considera que la medida es «parcial e incompleta» y hace un llamado al Ministerio de Hacienda para entablar negociaciones con miras a modificar el actual modelo de financiación autonómica. El sindicato subraya la urgencia de la reforma dada la caducidad del modelo actual y los déficits de financiación que este ha generado.
En este contexto, Carlos Cruzado, presidente de Gestha, ha recordado que entre los principales desafíos que enfrenta la recién nombrada vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se encuentra la reforma del sistema de financiación autonómica. Cruzado, aludiendo al difícil entorno político, ha destacado la necesidad de un gran pacto entre las comunidades, sugiriendo que aunque la tarea no será fácil, puede ser alcanzable si prevalece la responsabilidad y el interés común.
