En Tomelloso, un equipo de especialistas de la Gerencia de Atención Integrada ha puesto en marcha un protocolo de humanización para atender a madres que han sufrido una pérdida gestacional. Este equipo multidisciplinar, compuesto por profesionales de Ginecología, Enfermería, matronas y técnicos, busca mejorar la calidad de los cuidados en el proceso del duelo y ayudar a las familias a superar esta difícil situación.
El protocolo incluye la creación de una ‘caja de recuerdos’, diseñada para ayudar a los padres a mantener una conexión con su hijo fallecido. La idea es respaldada por la evidencia científica, que indica que tras una muerte perinatal, es fundamental ofrecer a los padres la posibilidad de guardar objetos como recuerdo del bebé o de su paso por el hospital.
Aunque el duelo perinatal es poco común en la Gerencia de Tomelloso, representando menos de cinco casos por cada mil nacidos, es una de las circunstancias más difíciles a las que se enfrentan tanto las familias como los profesionales sanitarios que las asisten. Por ello, el equipo multidisciplinar busca ofrecer herramientas para encajar un golpe tan duro como este.
La responsable de Humanización de la Gerencia de Tomelloso, Ana Belén Ortiz, asegura que “la creación de recuerdos tiene un efecto terapéutico y se asocia a menos síntomas de estrés postraumático cuando se combina con el apoyo de acreditados especialistas en la materia”.
La caja de recuerdos contiene objetos y documentos informativos, así como folletos sobre el duelo y asociaciones que pueden brindar apoyo en esos momentos difíciles. También contiene mensajes con el que intentar plasmar las emociones que pueden estar aflorando en esas familias. Mensajes como: “Hasta los pies más pequeños dejan huellas eternas”, entre otros.
Por último, la jefa del Servicio de Ginecología de la Gerencia de Tomelloso, la doctora María Soledad Fernández, ha destacado que esta iniciativa busca dar visibilidad “a un tipo de duelo negado, socialmente invisible y con escasos recursos para afrontarlo de manera adecuada”.
En conclusión, este protocolo de humanización es un paso importante en el cuidado de las madres que han sufrido una pérdida gestacional, brindando apoyo emocional y herramientas terapéuticas para atravesar esta difícil experiencia. Es un ejemplo de cómo la atención médica puede incluir tanto el cuidado físico como el emocional, mejorando la calidad de vida de las familias que pasan por momentos tan delicados.