En una noche cargada de nostalgia y emociones, la generación original de ‘Operación Triunfo’ se dio cita una vez más, demostrando que el tiempo no ha hecho mella en las fuertes amistades nacidas bajo los focos del icónico talent show. El reencuentro, llevado a cabo en la velada del 10 de mayo en el programa de Telecinco ‘¡De viernes!’, congregó a ocho de los primeros concursantes que hicieron historia en la música española: Natalia, Geno, Naím Thomas, Verónica Romero, Javián, Manu Tenorio, Mireia y Alejandro Parreño. Este acontecimiento marcó la primera vez que tantos de ellos se reunían desde el anterior reencuentro en 2016, celebrado por los 15 años del lanzamiento del programa que les catapultó al estrellato.
Entre abrazos, risas y alguna que otra lágrima, los artistas compartieron con los presentadores Beatriz Archidona y Santi Acosta cómo, pese a los años y sus respectivas carreras, seguían manteniendo el contacto, aunque reconocieron que era difícil coincidir todos juntos debido a sus apretadas agendas. La noche se llenó de sorpresas, entre ellas, la aparición de Carlos Lozano, maestro de ceremonias de aquel primer ‘Operación Triunfo’, que fue recibido con una ovación por parte de «sus niños», como cariñosamente les llama.
Sin embargo, el tono festivo del reencuentro se tiñó de melancolía al recordar a Àlex Casademunt, fallecido en un trágico accidente de moto en 2021. Sus compañeros lo rememoraron como el pegamento del grupo, una figura vital que siempre aportaba felicidad y unión entre ellos. Esta emotiva mención propició uno de los momentos más conmovedores de la noche, especialmente cuando Geno, con voz entrecortada, compartió el duro duelo vivido tras la partida de Casademunt, reconociendo que ha logrado encontrar la paz y recordar a Àlex con una sonrisa.
La noche fue un emotivo homenaje no solo a la amistad y la música, sino también a aquellos momentos que, aunque personalmente dolorosos como el fallecimiento de Casademunt, han logrado unir aún más si cabe a este grupo de artistas. El espíritu de ‘Operación Triunfo 1’ demostró ser indestructible, una huella imborrable en el corazón de la cultura pop española y en las vidas de quienes lo vivieron desde ambos lados de la pantalla.
