El cambio en los hábitos de consumo y la apuesta por la economía circular están rediseñando las reglas del juego en la toma de decisiones de los consumidores. Especialmente en la de los más jóvenes, pues son los más comprometidos con el medio ambiente y el consumo responsable. Así lo refleja el Informe Europeo de Pagos de Consumidores, elaborado por Intrum, que analiza los datos de más de 24.000 consumidores en 24 países de Europa.
Según la compañía líder en gestión de créditos y activos, 6 de cada 10 jóvenes españoles de entre 18 y 21 años afirman que su interés por la sostenibilidad ha propiciado una reducción de sus gastos, frente al 40% que realizaba esta misma afirmación un año antes.
Otros dos segmentos de edad en los que se ha disparado el pensamiento sostenible a la hora de consumir son los jóvenes de entre 22 y 37 años, que en solo un año han pasado del 41% al 54%; y aquellos con edades comprendidas entre los 45 y los 54 años, donde la mitad de la población española con esta edad reconoce reducir sus gastos por cuestiones sostenibles.
España, entre los tres países europeos en que sus ciudadanos son más proclives al consumo local
El estudio de Intrum retrata más detalles sobre el consumidor que surge tras la pandemia. Además de estar más comprometido con el planeta y el consumo responsable, es más consciente del impacto que sus hábitos tienen en el medio que les rodea. Pero no se trata de un caso aislado. El 74% de la población española asegura que, después de ver el impacto de la Covid-19, es más probable que ahora apoye más a las empresas locales y de proximidad de lo que lo hacía antes de la crisis.
Este dato sitúa a España entre los tres países europeos cuyos ciudadanos tienen más predisposición a consumir productos y servicios de compañías locales, por debajo de los portugueses y los irlandeses (76%), que encabezan el ranking.
Bien es cierto que el comportamiento sostenible de la población española no sólo está determinado por la pandemia, según asevera este informe. Aunque la mitad de la población española reconoce que las redes sociales ejercen presión para consumir más de lo que se debería, también señalan un punto a favor en materia sostenible. El 39% de los encuestados está convencido de que estas herramientas han incrementado la conciencia social para adquirir productos sostenibles y consumir de forma responsable, cinco puntos porcentuales por encima de la media europea (35%).