El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dejado claro que ni él ni su gobierno son interlocutores válidos para tratar asuntos relacionados con la investidura del próximo presidente del Gobierno. Esta afirmación tiene como destinatario al presidente del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo.
Feijóo ha iniciado una ronda de contactos con líderes políticos de diferentes regiones para debatir la situación política actual y abordar la investidura. En este contexto, tenía previsto hablar con García-Page en los próximos días.
No obstante, fuentes del Gobierno han dejado claro que García-Page sí recibirá al líder popular, pero únicamente para tratar asuntos relacionados con Castilla-La Mancha y no para negociar ni hablar sobre la investidura. Según estas fuentes, esa responsabilidad corresponde al secretario general del partido, Pedro Sánchez.
García-Page ha reiterado que su función como presidente de la región es establecer su posición como Gobierno, pero no entrometerse en cuestiones que competen al Parlamento y a su secretario general. Ha dejado claro que es su derecho y deber como representante de su comunidad autónoma fijar posturas, pero no tomar decisiones en relación a la investidura.
Con estas declaraciones, García-Page deja en claro que no formará parte de las negociaciones en torno a la investidura y que su papel se limitará a representar los intereses de Castilla-La Mancha. Este posicionamiento refleja la separación de poderes y el respeto a las instituciones democráticas, evitando interferencias entre el gobierno regional y el nacional.
En definitiva, García-Page ha querido dejar claro a Feijóo que no es el interlocutor adecuado para tratar sobre la investidura, aclara que su función se ciñe a los asuntos propios de Castilla-La Mancha y destaca la importancia de respetar la autonomía de cada institución en el sistema democrático.
