García-Page presenta un Gobierno en positivo y para toda la ciudadanía, que cumpla la ley y el programa comprometido hace dos años

Toledo, 10 de agosto de 2017.- El nuevo Ejecutivo de Castilla-La Mancha, resultante de la incorporación de dos miembros de la formación Podemos a la estructura de Gobierno, seguirá teniendo como hasta ahora el objetivo prioritario de cumplir con el programa comprometido al inicio de la legislatura para la recuperación social y económica de la Comunidad Autónoma.  Asimismo, será un Gobierno “en positivo”, de “permanencia y continuidad”, que trabaje “para todos y todas” y que no va a saltarse las normas.
 
Así lo ha asegurado este jueves el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, durante el acto de toma de posesión de los nuevos miembros del Gobierno regional en el Palacio de Fuensalida. De este modo, la Vicepresidencia primera la ocupa desde hoy José Luis Martínez Guijarro, mientras que la Vicepresidencia segunda recae en José García Molina y la Consejería del Plan de Garantías Ciudadanas, de nueva creación, en Inmaculada Herranz Aguayo.
 
Tras dar la bienvenida a los nuevos miembros y agradecer la asistencia a todos los invitados, entre los que se encontraban representantes políticos e institucionales de Castilla-La Mancha, como el presidente de las Cortes castellano-manchegas, Jesús Fernández Vaquero, así como el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, el presidente regional ha recordado que las nuevas incorporaciones responden al acuerdo alcanzado en materia de presupuestos para el año 2017, que estarán aprobados “este mes de agosto”, y ha indicado que hoy se inicia una “nueva etapa” para seguir adelante con el proyecto de recuperación y reconstrucción “que la mayoría de la gente de la región ha entendido desde el primer momento”.
 
 
Para García-Page, el presupuesto es el “instrumento determinante” para conseguir que lo que se anuncia “sea un objetivo alcanzable”. En este sentido, ha manifestado que el objetivo del nuevo Ejecutivo sigue siendo “llegar a la meta comprometida” ante los cerca de dos millones de personas que viven la región, “y que son nuestros jefes”, así como recuperar la situación de convivencia política e institucional y el perdido Estado de Bienestar.
 
En este sentido, el jefe del Ejecutivo autonómico se ha mostrado partidario de no olvidar a las “víctimas crónicas” de la compleja situación económica iniciada en 2007: “No me puedo resignar a la idea de que la crisis económica, y la social derivada de ella, haya acabado. Hay mucho camino por delante y muchos peldaños que subir”, ha añadido, al tiempo que ha comprometido su trabajo para que la mejora de la situación económica “sea efectiva y llegue a todos por igual”.
 
No obstante, ha incidido en la “evidencia” de que Castilla-La Mancha “está empezando a ser receptora de importantes inversiones económicas e iniciativas empresariales”, gracias entre otros aspecto a haber fabricado “el mejor estado ambiente” para que la región esté entre las Comunidades Autónomas “punteras” en recepción de inversiones españolas y extranjeras.
 
Finalmente, y tras poner en valor la “oportunidad de cohesionar al conjunto del país” que se inició en España en 1978, ha advertido a Molina y Herranz de que se van a encontrar “a gente que contrapone los intereses de Castilla-La Mancha”; y ha señalado que “no hay por qué” sacar conclusiones extraterritoriales del modelo que hoy se inicia en la región, “que tampoco tiene por qué ser exportable a otras comunidades ni al conjunto del país”.

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