Cabanillas del Campo (Guadalajara), 20 de diciembre de 2017.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha felicitado hoy de que no haya que lamentar daños personales tras el terremoto de magnitud 3,7 en la escala de Richter que se ha registrado esta madrugada con epicentro en la localidad de Yebra (Guadalajara), si bien ha recordado que Yebra fue el primer municipio de España “que levantó la mano, contra mi criterio, para albergar el basurero nuclear”, una instalación que además de dar mínimo empleo, “es un alto foco de riesgo personal y para la salud”.
De esta forma lo ha señalado hoy en Cabanillas del Campo (Guadalajara) durante la clausura de un Taller de Empleo. En su intervención ha señalado que España “no está exenta de seísmos” y ha recordado que, cuando Yebra planteó la alternativa para acoger el ATC, el Gobierno regional hizo alegaciones “muy contundentes” advirtiendo de que podía haber riesgo sísmico, “y algunos se reían de nosotros”. A su juicio, lo de hoy es un incidente que explica “un poco más” por qué el Ejecutivo que preside se opone al ATC en Castilla-La Mancha, “y el tiempo nos terminará dando la razón”.
Además, en la localidad conquense de Villar de Cañas “que es donde parece que se va a terminar colocando el ATC –ha lamentado García-Page–, aunque vamos a intentar impedirlo por todos los medios, hay más riesgo aún que en Yebra”, pues forma parte de una misma línea, con 70 kilómetros de distancia en línea recta.
Finalmente, el presidente castellano-manchego se ha referido a los informes que está haciendo el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) “que alertan sobre el riesgo que corremos todos con una instalación de ese tipo” y ha vuelto a mostrar su deseo de que se paralice un proyecto “que le va a costar a los españoles miles de millones que son muy necesarios para la Sanidad y el Empleo”, habiendo además alternativas evidentes dentro de la gestión de los residuos de alto riesgo como son los nucleares, ha apostillado.