Toledo, 15 de octubre de 2024.- En un contexto de creciente demanda de equidad en el sistema de financiación autonómica de España, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha enfatizado la necesidad de un acuerdo que integre a todas las comunidades. Durante su intervención en el primer Debate del Estado de la Región de la actual Legislatura, que se celebra en el Parlamento autonómico, García-Page declaró que “el reparto de la financiación será de todos y entre todos, o no será”.
García-Page y su firme postura contra el populismo
El presidente regional ha criticado enérgicamente el populismo y lo que considera una política de «hechos consumados». Afirmó que el acuerdo de financiación autonómica debe ser inclusivo y ha advertido que, de no ser así, no se alcanzará. Reconoció que su posición podría atraer críticas y ataques, pero reafirmó su compromiso con la región y su misión política: “Combatir cualquier tipo de privilegios”.
Un llamado a la unidad y a la igualdad
García-Page contextualizó sus palabras en el marco de la unidad de España, afirmando que esta nunca ha estado tan ligada a la igualdad. “La riqueza nacional es de todos”, subrayó, al tiempo que instó a reconocer que los recursos deben distribuirse de manera justa entre todas las regiones. Recordó que lleva una década sin revisarse el sistema de financiación autonómica, mientras que los ingresos han crecido significativamente, lo que agrava la situación de aquellas comunidades menos favorecidas.
La exigencia de un fondo de transición
Durante su discurso, el presidente de Castilla-La Mancha también mencionó la situación de infrafinanciación que afecta a su comunidad y a otras regiones como Andalucía, Murcia y Valencia. Anunció que se demandará al Gobierno de España la creación de un fondo de transición para corregir estas desigualdades y propuso un proyecto de armonización fiscal para garantizar que “no somos 17 mercados ni 17 regímenes fiscales”. García-Page enfatizó la importancia de trabajar de manera conjunta, pidiendo colaboración de los diversos partidos políticos para evitar la competencia autonómica que, según él, perjudica la unidad del país.
El agua y la desalación: un recurso clave
Otro tema central expuesto por García-Page fue la gestión del agua. Al referirse a la capacidad de desalación que tiene España, destacó que el país cuenta con recursos suficientes para abastecer a 34 millones de personas. Denunció que se prefiere utilizar recursos más contaminantes en lugar de aprovechar la desalación, lo que ha llevado a problemas ecológicos significativos en regiones como Castilla-La Mancha, que ha sufrido trasvases de agua considerables.
Diálogo y estabilidad política
El presidente también hizo hincapié en el cambio de ambiente político que se respira en la región, resaltando la importancia del diálogo y la capacidad de escuchar. Destacó que su administración trabaja para establecer acuerdos con diferentes agentes sociales y políticos, rompiendo con el sectarismo y el frentismo. En un mensaje final, García-Page se comprometió a actuar con coherencia y honestidad, defendiendo los intereses de la región ante los desafíos actuales.
Así, el Debate del Estado de la Región no solo ha puesto de relieve los retos que enfrenta Castilla-La Mancha, sino también un llamado a la acción conjunta por una financiación equitativa y una gestión sostenible de los recursos que beneficie a todos los ciudadanos.