Toledo, 15 de octubre de 2024.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, destacó este martes el notable cambio que ha experimentado la región durante su gestión, contrastándolo con lo que calificó como “cuatro años fatídicos, negros y oscuros” bajo el mandato del Partido Popular. Durante el Debate sobre el Estado de la Región, el mandatario reclamó al principal partido de oposición un enfoque más serio y creíble para poder llegar a acuerdos constructivos.
En un tono asertivo, García-Page cuestionó la posición del PP al afirmar que no había habido cambios significativos desde los tiempos de su predecesora, María Dolores de Cospedal. «¿Usted está dispuesto a decir que de Cospedal a Page no ha cambiado nada?», inquirió, subrayando los logros en la creación de empresas y la mejora del empleo público en el sector sanitario. Explicó que se han creado 21,000 nuevas empresas y 12,000 puestos de trabajo en el área de la salud, en marcado contraste con la época de austeridad del PP, que resultó en despidos masivos de funcionarios.
García-Page también hizo hincapié en la transformación que ha vivido el sistema de Dependencia en Castilla-La Mancha, reconociendo que anteriormente la región se encontraba «de la última a la primera» en este ámbito, en referencia al incremento de expedientes de solicitudes que se acumulaban durante la gestión anterior, muchos de los cuales correspondían a personas ya fallecidas.
El presidente regional afirmó que los ciudadanos de Castilla-La Mancha tienen el derecho a que la oposición se prepare adecuadamente y a que respete los acuerdos ya establecidos. Consideró que si bien está bien señalar las áreas que requieren mejoras, no es aceptable proponer nuevos acuerdos sobre cuestiones ya en marcha.
En otro tema abordado durante el debate, García-Page se opuso a la propuesta de convertir el aeropuerto de Ciudad Real en un Centro de Acogida para inmigrantes, alegando que no cumple con los requisitos legales pertinentes. Señaló que si el Gobierno español les hubiera consultado previamente, se les habría podido advertir sobre las deficiencias legales que el informe de los servicios jurídicos ha confirmado.
El presidente manifestó su frustración con la forma en que se han manejado estas decisiones, sugiriendo que «las formas esconden un fondo muy sospechoso». García-Page exigió que se mantenga al Gobierno de Castilla-La Mancha informado sobre cualquier plan que afecte a una instalación que ha costado 32 millones de euros a la región, enfatizando que este asunto no debería tratarse de manera furtiva.
No obstante, reafirmó que Castilla-La Mancha siempre estará dispuesta a colaborar en el tratamiento de los emigrantes desde una perspectiva humanitaria y propuso un «pacto serio de Estado» que incluya a todas las administraciones, sin demagogia ni populismo, y con total transparencia. García-Page concluyó que es esencial abordar estos temas de manera abierta y directa, dejando de lado las prácticas ocultas y evasivas.
