En Talavera de la Reina, el 11 de julio de 2024, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha subrayado la posición de liderazgo que ostenta la región en confianza empresarial a nivel nacional. Con 14,3 puntos por encima de la media, Castilla-La Mancha encabeza el índice de confianza empresarial, un dato que fue revelado la misma mañana durante la ceremonia de colocación de la primera piedra de lo que será el nuevo Centro de Día de Alzheimer y Centro de Mayores en la Ciudad de la Cerámica.
El presidente García-Page ha enfatizado la importancia de este liderato en confianza empresarial, aludiendo a la esperanza que simboliza para la región, no solo en términos de inversión inmediata, sino también en lo que respecta a futuras oportunidades de negocio y generación de empleo. Estas iniciativas contribuirán al desarrollo de obras de carácter social planificadas por el Gobierno regional.
García-Page ha destacado también que Castilla-La Mancha ha duplicado sus prestaciones por dependencia desde 2015, alcanzando la cifra de 100,000 beneficios y se propone elevar esa cifra hasta las 115,000 prestaciones. Este compromiso refleja la necesidad de construir una red robusta en conjunción entre organizaciones, asociaciones, profesionales de la sanidad y del bienestar social, con el fin de satisfacer las necesidades que surgen con el envejecimiento de la población.
En cuanto a los compromisos adquiridos hace un año, el presidente regional afirmó que todos serán cumplidos, independientemente de las dificultades económicas o financieras que pueda enfrentar la Unión Europea.
Por otra parte, el presidente mencionó la importancia de una política migratoria efectiva que vaya de la mano con la cooperación interautonómica, especialmente en lo que se refiere al tratamiento de menores inmigrantes no acompañados en España. Reclamó una legislación que regule de manera efectiva el cooperativismo constitucional y criticó la falta de consenso política, principalmente con ciertos sectores políticos de Cataluña, a los cuales acusó de alimentar la xenofobia y el odio, tanto hacia inmigrantes como hacia otros españoles.
En su discurso en Talavera, García-Page recalcó que Castilla-La Mancha se mantendrá siempre en línea con sus responsabilidades y exhortó a abordar este tema con normalidad y sin manipulación política, subrayando su desacuerdo con las actitudes xenófobas y radicales que, a su juicio, perjudican la gobernabilidad y cohesión de España.
