El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido este jueves la importancia del sector cárnico frente a lo que considera como ataques al sector. Durante la inauguración de la nueva planta de Tello en el municipio toledano de Totanés, García-Page ha señalado que se da «una dinámica de ataques a este sector».
«Se dicen muchas barbaridades que son peligrosas en este momento», ha afirmado García-Page. «Cuando se ataca al sector, diciendo que la calidad de los productos es peor, además de hacer daño a la generación de riqueza y al empleo, es que mienten», ha señalado García-Page, señalando que hay voces que han criticado la producción española en otros países.
El presidente autonómico ha defendido que «en la vida ha habido más medidas de garantía alimentaria y sanitaria que hoy en día», poniendo en cuestión cualquier crítica a los estándares de producción en España y en Castilla-La Mancha.
El presidente autonómico ha señalado que la industria cárnica ha permitido «democratizar» el acceso a estos productos. «¿Es que nadie ha caído en la cuenta de que el acceso al consumo de carne se da porque se produce?», ha cuestionado el presidente castellanomanchego.
Asimismo ha defendido el nivel de calidad de la producción cárnica, afirmando que estos permiten que el acceso al consumo se dé con los mismos estándares en todos los sectores de la sociedad. «Para mí es tan importante como la cantidad que se democraticen los niveles de calidad de la producción», ha afirmado. «Todos tenemos la misma normativa y todos tenemos el mismo nivel de garantía y es para que como país en su conjunto nos sintamos orgullosos», ha añadido.
DEFENSA DEL AGUA
Junto a su defensa de la industria cárnica, el presidente autonómico ha señalado las críticas recibidas por su política hidrológica. «Recibo como presidente insultos, de políticos de aquí», ha afirmado García-Page, haciendo alusión a las gestiones destinadas a la reducción del trasvase Tajo-Segura.
«Solo faltaría que se estén llevando el agua para que haya industrias competidoras en algún sitio, que ya no les queda un metro cuadrado para poner granjas, y aquí no podamos tener el agua para producir», ha afirmado.
En este sentido, ha defendido los logros de su Gobierno reduciendo el volumen de agua destinado al trasvase, afirmando que «detrás de todo hectómetro cúbico hay mucho dinero, que se puede destinar a la especulación o puede quedarse y generar riqueza». «Son batallas que merecen la pena», ha concluido.