El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha tenido palabras de condena tras los últimos sucesos relacionados con la violencia hacia las mujeres y sus hijos e hijas, y ha reconocido que, si hace 25 años en España un alto porcentaje de la sociedad frivolizaba con el problema de la violencia de género, se ha registrado un gran avance siendo intransigentes frente a este tipo de violencia porque, “no se puede creer en la igualdad de género si no se cree en la igualdad en conjunto”, ha apuntado.
“Lo que no se entiende es complicado de defender, yo soy incapaz de defender lo indefendible”, ha lamentado el presidente autonómico reconociendo, a su vez, el drama de la situación.
García-Page, que ha sido el encargado de clausurar el Encuentro birregional de la Asamblea General de la Red Europea de Institutos Culturales (EUNIC) y la Red Iberoamericana de Diplomacia Cultural (RIDCULT), ha advertido a los asistentes al acto que Toledo es la ciudad de las tres culturas en la que, tras más de 2.000 años de historia, “permanece lo que se hizo con buena intención», ha destacado, al tiempo que ha asegurado que “Toledo es una suma patrimonial de lo que ha sido la historia de Europa, incluso como puente entre Europa e Iberoamérica».
“Rechazo la cultura del odio y la cultura de la violencia, y prefiero la cultura frente a las bombas”, ha dicho el jefe del Ejecutivo castellanomanchego convencido de que “la cultura debe ser suma; lo dice el presidente de una región que se llama Castilla-La Mancha y que fue una invención desde el 78 y no lo somos para llevarnos mal con nadie, pero tampoco somos menos que nadie”, ha argumentado.
Un país sin privilegios
En este contexto, el presidente autonómico ha explicado que las autonomías nacen para evitar que nadie en España tenga privilegios, «ni amparándose en un color, ni en un partido, ni en una bandera, ni mucho menos en un idioma”, ha defendido.
“La Mancha existe y se conoce porque es la sede de la obra cumbre de Cervantes, El Quijote, cuya narración empieza aquí y es el emblema de la cultura y del idioma española, que tiene una creciente proyección en el mundo y está en plena expansión. Son 552 millones las personas que lo hablan”, ha apuntado, al tiempo que ha añadido “le guste o no le guste a todo el mundo”.
En este orden de cosas, ha recordado que la segunda parte de El Quijote se narró sobre hechos acontecidos en Barcelona y “es duro de aguantar y entender que hay gente que prefiere considerar a Cervantes un extranjero a considerarlo compatriota”, ha apuntado.
Buen ritmo en la vacunación
“La cultura debe ser la suma frente a los conflictos y las pandemias”, ha dicho el presidente de Castilla-La Mancha, que se ha mostrado esperanzado en que las mascarillas puedan desaparecer en pocas semanas “gracias al buen ritmo que llevan las vacunas”.
En este sentido, ha reconocido al Gobierno de España su actuación y ha señalado que desde que se superó la situación del Estado de Alarma, “la evolución en España ha sido muy buena y, en Castilla-La Mancha, antes de septiembre estará vacunado el 70 por ciento de la población y en pocas semanas empezaremos con los de 30 a 39 años”.
Por último, ha llamado a luchar por los derechos de la cultura, que son “los derechos humanos, la libertad, el intercambio, la opinión, la suma de lo que representa Toledo, una ciudad milenaria, Patrimonio de la Humanidad”, ha afirmado.