El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su fuerte desacuerdo con el reciente acuerdo de financiación singular entre el Gobierno central y la Generalitat que implica el traspaso del 100% del IRPF. Durante un acto en Pozo Lorente (Albacete), donde inauguró la Escuela Infantil ‘Las Amapolas’, García-Page hizo hincapié en que no se puede permitir que se tomen decisiones que, en su opinión, no benefician la igualdad entre las comunidades autónomas.
García-Page cuestionó la naturaleza del actual debate sobre la financiación, argumentando que se está utilizando para «pagar favores, chantajes o, lo que es peor, pasos adelante en la ruptura de la unidad», lo que a su juicio afecta directamente a la igualdad de oportunidades. El presidente regional afirmó que la financiación de las autonomías debería estar destinada a garantizar un estado del bienestar que beneficie a todos, independientemente de su lugar de residencia.
El presidente mostró su preocupación por el lenguaje ambiguo que, según él, se está utilizando en el debate de financiación y llamó a no dejarse engañar. Indicó que lo que está en juego es un modelo de financiación que podría deteriorar la redistribución de recursos en España, sugiriendo que si los independentistas catalanes no plantearan el tema, el debate sería mucho más constructivo y colaborativo entre todas las comunidades.
García-Page también lanzó una hipótesis sobre cómo se habría tratado la situación si la Comunidad de Madrid hubiera planteado el mismo acuerdo, sugiriendo que la reacción habría sido totalmente diferente. Subrayó que el sentido común y la igualdad deben prevalecer en las discusiones sobre financiación autonómica.
El presidente insistió en que antes de negociar con las autonomías por separado, sería necesario que todas se sentaran a la mesa para discutir soluciones conjuntas, algo que espera desde que asumió el cargo hace una década. Además, reiteró la idea de que en cuestiones de financiación debe aplicarse el principio de que «el que más tiene, más paga», tanto para personas como para territorios.
A lo largo de su discurso, García-Page dejó claro que su prioridad es defender los intereses de Castilla-La Mancha, afirmando que está comprometido con su tierra por encima de cualquier partido político. Al finalizar, celebró que en Castilla-La Mancha existe la autonomía necesaria para hablar con libertad y defender los intereses regionales.