“La cohesión territorial, la congelación de tasas y la sensibilidad social” son, en palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, los tres pilares sobre los que descansa el contrato-programa que hoy ha rubricado el Gobierno regional con la Universidad de Castilla-La Mancha.
La firma ha tenido lugar en el Rectorado de la institución académica, en Ciudad Real, y ha tenido como fieles notarios a distintos miembros de la comunidad universitaria, así como al vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez-Guijarro; a la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Rosa Ana Rodríguez, y al responsable regional de la cartera de Hacienda y Administración Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina.
“Somos gente comprometida con los avances sociales y anteponemos los intereses generales a cualquier otra cosa”, ha dicho el jefe del Ejecutivo regional, garantizando que el contrato-programa firmado hoy entre él mismo y el rector de la UCLM, Julián Garde, regirá el desarrollo de la institución académica los próximos cinco años, luego “no es un protocolo para quedar bien, es un contrato que vincula”.
Dos nuevos programas de investigación
Tras destacar también el importante papel que juega en la comunidad universitaria regional el campus que la Universidad de Alcalá (UAH) tiene en Guadalajara, ha garantizado el cumplimiento de este acuerdo “por exceso, si es necesario”, al tiempo que ha anunciado que “se pondrán en marcha dos programas de investigación para junio y para julio con 30 contratos de investigación nuevos. Tenemos una cuota del 25 por ciento de crecimiento de investigadores desde 2015 hasta esta fecha”, ha destacado.
“Esto que hoy hemos firmado, si en algún momento se incumple, será para mejorarlo”, ha reiterado García-Page, alegando, a su vez, que el objetivo del Gobierno que preside es “que haya certidumbre y estabilidad”. En este punto, Emiliano García-Page ha recordado la dificultad que conllevó la puesta en marcha de la Universidad en Castilla-La Mancha, una institución de la que “el 80 por ciento de los graduados encuentran trabajo en los primeros cuatro años de su salida al mercado”, ha reconocido.
El jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha aseverado que el Ejecutivo actual se ha propuesto recuperar a todos los chicos y chicas que se marchan de esta tierra y que ya nunca vuelven. “La universidad es el último eslabón de la cadena educativa y tenemos que rematarlo”, ha argumentado, subrayando a su vez que “esta inversión -dotada en 1.000 millones de euros- es barata frente a lo cara que sale la ignorancia”.
Recuperar la inteligencia
De acuerdo con el empeño de recuperar la inteligencia que emigró, Emiliano García-Page ha relatado, con mucha satisfacción, que gracias al Programa de Retorno del Talento que puso en marcha en la anterior Legislatura, son ya “581 los jóvenes que han vuelto a la región, el 90 por ciento de ellos con contrato de trabajo”.
Del mismo modo y para que nadie abandone los estudios universitarios a consecuencia de problemas económicos, el presidente ha apuntado que las tasas universitarias estarán congeladas durante los próximos cinco años, y que “al ritmo que sube la inflación, viene a significar una bajada tremenda” porque, “aquí no hay interés recaudatorio, ya que esto es un servicio público”, ha explicado.
Para García-Page, las claves de la soberanía nacional son la mejor formación para las futuras clases dirigentes y la puesta en marcha de las energías renovables, y en ambos caminos está inmersa la política del Gobierno que dirige.
“El Gobierno de Castilla-La Mancha y la UCLM son lo mismo: vuestros éxitos son los de la región y los éxitos de la región son de quien la dirige”, ha matizado.
Por su parte, el rector de la UCLM, Julián Garde, ha reconocido en la figura del presidente de Castilla-La Mancha «el artífice de este contrato programa» y el que «hoy estemos aquí con una sensación de certidumbre». Del mismo modo, ha dado las gracias al jefe del Ejecutivo regional «por el apoyo» que siempre ha brindado a la institución académica.