El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha celebrado que la región esté registrando a lo largo del día de hoy el mejor comportamiento hospitalario ante el Covid de los últimos diez meses. “Estamos en condiciones de poder ir aclimatándonos a lo que va a ser un despegue y una recuperación extraordinaria”, ha vaticinado.
Así lo ha señalado durante la inauguración de la nueva planta de la empresa Morchem, en la localidad guadalajareña de Fontanar, una compañía que cuenta con una trayectoria de 60 años de experiencia en el campo del poliuretano.
En este mismo contexto, García-Page ha avanzado también que el miércoles que viene “llegaremos al millón y medio de dosis inoculadas en Castilla-La Mancha”, una región con una población de dos millones de habitantes, de la que el setenta por ciento es vacunable, lo que se traduce en “casi un sesenta por ciento de inmunidad absoluta”, de tal modo que “llegaremos a principios de agosto a la inmunidad de rebaño o global”, ha avanzado el presidente.
Durante su intervención, García-Page, ha expresado su deseo de poner fin a la obligatoriedad de la utilización de las mascarillas en los exteriores, y ha reiterado que podría conseguirse a finales de junio o principios de julio. Así, se ha mostrado convencido de que esta semana habrá una decisión nacional al respecto, “y plantearemos un calendario claro para la supresión de la mascarilla en exteriores por muchas razones, entre otras cosas porque hay que tomar medidas en proporción a la tolerancia y a la posibilidad de que sean útiles y prácticas”.
Día Mundial del Donante de Sangre
Por otro lado, y en referencia a la celebración, hoy 14 de junio, del Día Mundial del Donante de Sangre, el presidente castellano-manchego ha puesto en valor el compromiso y la generosidad de la ciudadanía castellano-manchega, que a pesar de las dificultades que ha traído la pandemia, no ha dejado de donar sangre “y se han portado como héroes”. No en vano, se han registrado en la región 34.000 donaciones en los primeros cinco meses del año.
Este hecho, sumado a la inauguración de una planta como la de Morchem, es “la mejor forma de empezar de una semana”, porque en este Gobierno “somos transparentes y honestos, y no se conoce un caso en que hayamos hecho un acto de apertura sin que haya tenido un acto de finalización”.
Por el contrario, ha asegurado que no le gusta acaparar portadas de los periódicos “como hoy las acapara gente que ha tenido importantes responsabilidades en Castilla-La Mancha”, aunque ha reconocido que no le importa “acaparar portadas de los periódicos si es para estar en contra de los indultos, pero no me apetece estar en las portadas si es por actuar en contra de la moral colectiva”.
“El agua es materia prima para beber, pero también para crear empleo”
En otro orden de cosas, el jefe del Ejecutivo autonómico ha vuelto a pedir al Gobierno de la nación “firmeza y determinación” para terminar con el trasvase Tajo-Segura, una infraestructura que ha vuelto a considerar un “atropello ambiental” que provoca una “sangría económica” en la región.
Así, ha asegurado que el agua “va a terminar valiendo más que el petróleo, porque el agua es materia prima para beber y para crear empleo”, y ha afirmado que cada metro cúbico que se va de esta provincia al Levante puede traducirse en “2.000 millones de las antiguas pesetas”.
Por ello, ha insistido en la necesidad de que el agua se quede también en Castilla-La Mancha porque estamos ante “una de las regiones más emergentes y dinámicas del país”, que requiere recursos como el agua para continuar con su despegue económico.