Emiliano García-Page, candidato del Partido Socialista, ha sido ratificado por los diputados del Grupo Parlamentario Socialista para presidir la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. En su discurso, García-Page ha prometido más empresas, más empleo, más sanidad, más educación, más prestaciones sociales y más igualdad para la región. Además, ha expresado su intención de cambiar la tierra de forma tranquila y sin aspavientos.
El político ha afirmado que no cambiará sus principios, opiniones y fundamentos, y ha garantizado que seguirá defendiendo a Castilla-La Mancha, independientemente de quien esté en el Gobierno central. En este sentido, ha resaltado el aval y la ratificación que su gestión ha recibido en los últimos cuatro años por parte del Gobierno.
García-Page cree que los próximos cuatro años serán magníficos para la región, incluso sin importar quién gobierne en España o cómo evolucionen otras cuestiones. Ha agradecido el tono de los portavoces de los grupos parlamentarios y ha instado al portavoz del GPP a cerrar un acuerdo antes de que termine agosto para reformar el estatuto y eliminar el «tapón» que representa María Dolores de Cospedal.
El presidente regional ha reconocido que su programa de legislatura es ambicioso, a pesar de los ocho años que lleva gobernando. También ha mencionado el tema de la política hídrica y ha desafiado a los diputados de Vox a promover trasvases en los ríos Ebro y Duero si realmente creen en ellos.
En su intervención, García-Page ha mostrado su disposición a cooperar, pero también ha dejado claro que será firme con aquellos que han hecho política «basura» contra él, su familia y su grupo. Ha afirmado que su gestión estará marcada por la certidumbre y los objetivos claros, pero también la moderación y el diálogo.
Por último, el presidente de Castilla-La Mancha ha agradecido la labor de los consejeros del Gobierno regional en la anterior legislatura y ha invitado a todos los diputados a ayudarlo y a defender la unidad y diversidad de España.
