El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado este jueves en un encuentro con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la urgencia de implementar un nueva modelo de financiación autonómica que priorice la «justa redistribución de la riqueza». Durante la reunión, celebrada en La Moncloa, García-Page entregó un documento con 194 medidas que buscan mejorar la gestión entre ambas administraciones y que, según él, deberán ser discutidas con distintos ministerios.
García-Page subrayó que «la riqueza de España es de todos» y rechazó la idea de distribuir recursos económicos de manera territorializada, haciendo referencia al acuerdo firmado entre el PSC y ERC, que calificó de «claro concierto» y «cupo elemental», unas condiciones que considera totalmente inaceptables. «Nunca la igualdad ha encontrado mejor garantía que la unidad», argumentó, apuntando que cualquier intento de dividir recursos en cuotas compromete la equidad y los principios del Estado Autonómico.
Además, el presidente castellanomanchego propuso la creación de una legislación para armonizar los regímenes fiscales en las distintas comunidades autónomas, para evitar la competencia fiscal. «Es necesario un sistema impositivo más consensuado que mejore los mecanismos de igualdad y cohesión», afirmó.
En otro orden de temas, García-Page insistió en la necesidad de aplicar urgentemente las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, defendiendo la capacidad de España para gestionar sus recursos hídricos sin perjudicar el medioambiente. «Resulta bastante insultante que se quiera desecar ningún río, abusar de un río, desviar el curso natural de un río», añadió, resaltando la importancia de un nuevo Plan Hidrológico respaldado por múltiples sentencias del Tribunal Supremo.
También hizo un llamado al Gobierno central para «acelerar» la expansión de la red eléctrica estatal, considerando crucial evitar que el sistema eléctrico se convierta en un «cuello de botella» que limite la capacidad de España de implementar energías renovables y atraer inversión industrial.
Para finalizar, García-Page puso de relieve la necesidad de impulsar infraestructuras que faciliten la conexión entre el Este y el Oeste del país. En este sentido, mencionó la urgencia de acelerar proyectos de alta velocidad, como la ruta hacia Talavera, Extremadura y Lisboa, y criticó la situación de las autopistas radiales de peaje que, a su juicio, son una «ruina financiera» y un claro ejemplo de falta de planificación en la red de transporte.