En una iniciativa líder hacia la sostenibilidad en la industria vitivinícola, García Carrión, junto a su socio CEX Eco Energy, experto en Micro CSP (Concentración Solar de Potencia) para aplicaciones industriales, ha dado un importante paso en la integración de energías renovables dentro de sus procesos de producción. A través de un comunicado de prensa emitido por el grupo empresarial, se ha hecho público el lanzamiento de un proyecto de aprovechamiento de energía solar en la Bodega Los Llanos en Valdepeñas.
La instalación de dichas tecnologías implica la transformación de la energía solar en energía térmica para suplir necesidades energéticas en los distintos procesos de la bodega. De forma inicial, se ha informado que se han instalado 24 equipos de concentración solar sobre la cubierta de la instalación. Estos dispositivos están diseñados para generar vapor y agua caliente necesarios para la operativa de la bodega. De este modo, aumentarán la eficiencia en el uso de energía y sustituirán fuentes de energía convencionales por renovables.
El diseño prevé que estos sistemas proporcionen calor a unos depósitos de acumulación con aislamiento térmico, reemplazando en gran parte al gas natural empleado actualmente. Está previsto que, gracias a este avance, la bodega cubra alrededor del 20% de su demanda de energía térmica.
Más aún, el proyecto contempla una expansión a largo plazo. En su fase final, con la instalación de 100 concentradores solares, los responsables del proyecto esperan cubrir hasta el 70% de la necesidad de energía térmica de la bodega, llevando a una sustancial disminución en el uso de combustibles fósiles. Se proyecta una reducción en el consumo de gas natural del orden del 60-70%, con el consecuente impacto positivo en la disminución de la huella de carbono, con una previsión de reducir las emisiones de CO2 en aproximadamente 300 toneladas.
Este sistema innovador no solo optimiza la captación de energía solar mediante el seguimiento del sol para lograr la máxima eficiencia, sino que cuenta también con la tecnología de acumulación energética que garantiza un suministro constante, independientemente de las variaciones en la incidencia solar. Estas ventajas colocan al proyecto como un punto de referencia en materia de aplicación de energías limpias en sectores tradicionales, marcando un antes y un después en el camino hacia la sostenibilidad de la industria vitivinícola.