Rosa María García ha asumido este viernes el cargo de delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Guadalajara. En un acto celebrado ante un público numeroso, García se comprometió a trabajar con un enfoque de “cercanía” y “escucha activa”, priorizando la conexión con alcaldes, alcaldesas, la ciudadanía y diferentes colectivos. Prometió actuar con “juego limpio” y cumplir con los compromisos adquiridos, rechazando las promesas vacías.
Al evento asistieron personalidades como el vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero; el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; y José Luis Escudero, su predecesor, quien ahora se dedicará a nuevas responsabilidades en el ámbito de la accesibilidad.
En un discurso accesible y reflexivo, García enfatizó su compromiso por transformar la política en un instrumento útil para el progreso y destacó la importancia de la cultura como motor de libertad. “La cultura nos hace libres, y contra los oscuros, hoy más que nunca, un libro es un arma cargada de futuro”, manifestó.
García rindió homenaje a dos figuras que la han inspirado en su carrera política: José Salinas, alcalde de Cabanillas, y José Luis Vega, presidente de la Diputación, definiéndolos como modelos de dedicación hacia sus comunidades. Resaltó la relevancia de abordar con transparencia las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos y reafirmó su compromiso de apoyar el mundo rural, la sanidad, la educación, los servicios sociales y la igualdad.
Durante su intervención, García agradeció al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, por confiar en ella para ser parte de un “proyecto tan ilusionante” y destacó su papel como enlace entre el Gobierno regional y la provincia. Considera esencial recoger el legado de la lucha por los derechos conseguidos por generaciones pasadas y asegurar que se preserven y mejoren para las futuras.
La temática de la igualdad fue un pilar central de su discurso. Reiteró que Castilla-La Mancha se ha destacado en esta área y que su elección representa un avance real, más allá de palabras vacías. A pesar de dejar su cargo como diputada provincial con nostalgia, se comprometió a luchar por el bienestar de los ciudadanos.
El vicepresidente segundo del Gobierno regional, José Manuel Caballero, elogió a García, subrayando que su formación y cualidades la hacen ideal para su nuevo rol, destacando especialmente su naturaleza como “buena persona”. Por su parte, el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, reconoció su capacidad comunicativa y su enfoque en la cultura y la igualdad, cualidades que la distinguirán en su gestión.
