En medio de una creciente polémica, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha expresado su descontento con el Gobierno, acusándolo de no escuchar a la patronal en las negociaciones para la reducción de la jornada laboral.
Según Garamendi, la actitud del Ejecutivo, al que ha calificado de practicar un «monólogo social», ha bloqueado cualquier posibilidad de diálogo efectivo.
En declaraciones previas a un desayuno informativo de Cepyme, Garamendi criticó que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está imponiendo su normativa sin permitir a la CEOE plantear propuestas alternativas. «El Gobierno no nos ha dejado plantear absolutamente nada. Si la ministra quiere llevar adelante su norma porque le obliga su pacto, pues la CEOE no tiene más que decir», afirmó Garamendi.
El desencuentro se intensificó tras las declaraciones del secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, quien acusó a la CEOE de mantener una posición «maximalista» y de no ofrecer propuestas concretas, calificándolo de «una burla al diálogo social y a la democracia». En respuesta, Garamendi comparó la situación con un partido de fútbol amañado, donde el resultado está decidido de antemano.
Una nueva propuesta
Además, Garamendi se mostró crítico con el proceso de negociación, cuestionando la extensión de los plazos otorgados por el Ministerio de Trabajo para que la patronal presentara sus propuestas. «¿No era ayer? ¿Por qué una semana más? Que lo hagan ya», exclamó, reiterando que no se les escucha en la mesa de diálogo.
Por su parte, la ministra Yolanda Díaz ha anunciado que el próximo lunes 8 de julio, el Gobierno presentará una nueva propuesta a la CEOE y Cepyme durante la reunión de la mesa de negociación. «Vamos a hacer nosotros lo que no hacen ellos, y vamos a ver cuál es su vocación negociadora», afirmó Díaz, enfatizando que el objetivo del Ministerio es alcanzar un acuerdo y no solo dialogar.
La ministra también rechazó la posibilidad de una reducción de jornada laboral que implique un aumento de las horas extraordinarias, calificándola de «fake». Díaz instó a la patronal a mostrar una verdadera disposición para negociar y dejó claro que el Gobierno no cederá ante propuestas que no consideren viables.
El conflicto no se limita únicamente a la reducción de la jornada laboral. Garamendi también expresó su preocupación por la falta de consulta a los autónomos sobre sus problemas diarios, y pidió seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad normativa para empresarios y autónomos.
