En un momento en que la lucha contra el cáncer continúa siendo una prioridad en la salud pública, la Fundación Alivia ha dado un paso importante con la reciente actualización de Oncoindex, una herramienta pionera en España que monitorea el acceso y la financiación pública de las terapias oncológicas recomendadas por la European Society for Medical Oncology (ESMO). Lanzado en octubre, este índice permite evaluar de manera clara y transparente cuánto respaldo recibe en el sistema de salud público cada uno de los tratamientos destinados a mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Con la conmemoración del mes del cáncer de próstata y el Día Mundial del Cáncer de Pulmón en noviembre, los datos reflejan una situación preocupante: en ambas áreas, los avances en acceso a terapias permanecen estancados o con mejoras mínimas. Es especialmente revelador que, en el caso del cáncer de próstata, Polonia muestra un acceso 84% superior al de España, con una puntuación de 92 contra los 50 puntos del país en este índice. Esto señala no solo una diferencia significativa en cifras, sino también en la calidad de atención que reciben los pacientes.
En cuanto a los datos específicos, la situación en próstata revela que de los seis fármacos recomendados, solo uno cuenta con financiación completa, mientras que cuatro tienen restricciones y uno no dispone de respaldo económico en la sanidad pública española. En comparación, otros países europeos como Polonia han logrado cifras mucho más altas, evidenciando una brecha que dificulta el acceso a tratamientos eficaces y aprobados por la comunidad científica.
Por otro lado, en el cáncer de pulmón, aunque hay 35 medicamentos recomendados, solo 10 disfrutan de financiación total, y 15 enfrentan restricciones. Esto significa que menos del 27% de las terapias recomendadas en España están sin limitaciones, otorgando un campo limitado para que los pacientes accedan a las mejores opciones disponibles. La diferencia con países con mejores índices de financiamiento continúa siendo un reto.
La realidad refleja que, en España, el acceso a terapias oncológicas recomendadas por evidencia científica no solo es limitado, sino que además lleva años sin experimentar avances significativos. La Fundación Alivia denuncia que “no es aceptable que la atención en próstata lleve cuatro años sin mejoras y que en pulmón apenas suba dos puntos. Cada restricción sin base clínica y cada mes de espera reduce las posibilidades reales de tratamiento para quienes enfrentan esta enfermedad”.
Este panorama revela una brecha persistente entre los evidentes beneficios de las terapias y su disponibilidad para los pacientes. La evidencia demuestra que estas medicinas pueden mejorar significativamente los pronósticos y la calidad de vida, pero las barreras en el acceso limitan ese potencial. Por ello, desde Alivia hacen un llamado a la acción: quieren que todos los medicamentos oncológicos recomendados por la evidencia estén disponibles en el Sistema Nacional de Salud sin restricciones arbitrarias, garantizando igualdad de oportunidades para todos los pacientes.
Oncoindex, la herramienta que monitoriza estos aspectos, no solo ayuda a visualizar estas diferencias, sino que también impulsa una mayor transparencia y responsabilidad en las políticas de salud. La fundación confía en que, con la evidencia y el compromiso adecuados, será posible avanzar hacia un sistema más justo y eficiente donde ningún paciente quede atrás.
Desde su creación en 2021, la Fundación Alivia trabaja de manera activa para que cada paciente tenga acceso oportuno y equitativo a terapias basadas en la evidencia. Sus proyectos—como Oncoindex.org, Oncomapa y la Onco Librería— buscan promover un cambio real en la atención oncológica en España.
En conclusión, la actualización de Oncoindex no solo refleja la situación actual, sino que también pide actuar con urgencia. La salud y la esperanza de miles de pacientes dependen de decisiones fundamentadas y de un compromiso firme para eliminar las desigualdades en el acceso a tratamientos que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La lucha contra el cáncer continúa, y la apuesta debe ser por un sistema más justo y accesible para todos.
