Ciudad Real da la bienvenida a su nuevo obispo, una jornada marcada por la fe y la comunidad
En una mañana llena de solemnidad y esperanza, la ciudad de Ciudad Real vivió un acto de marcada importancia religiosa y social. La Santa Iglesia Catedral Basílica de Nuestra Señora del Prado fue el escenario de la toma de posesión de su nuevo obispo, Don Abilio Martínez Varea, quien asume desde hoy la responsabilidad pastoral de la diócesis, en un momento especial de renovación y continuidad para la comunidad local.
El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, asistió acompañado por varios miembros de la Corporación Municipal, en un acto que congregó a numerosos fieles, autoridades civiles, religiosas y representantes de distintas instituciones. Entre las personalidades presentes, destacó la presencia de Monseñor Roman Walczak, consejero 1º y jefe de negocios de la Nunciatura Apostólica en España, junto a otras autoridades regionales y locales, incluido el presidente Emiliano García-Page y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde.
Cañizares, en su discurso, dirigió una calurosa bienvenida a Don Abilio, expresando en nombre de toda la ciudad que “Ciudad Real le recibe con los brazos abiertos, como uno más de los nuestros, con el deseo sincero de que se sienta desde hoy vecino y paisano”. Con estas palabras, el alcalde subrayó la importancia del papel del recién llegado en la vida espiritual y social de la ciudad, confiando en que su liderazgo aportará cercanía, responsabilidad y fe.
Una de las figuras más veneradas de Ciudad Real, Nuestra Señora del Prado, que preside la catedral y forma parte entrañable de la vida religiosa local, también estuvo presente en el acto. Cañizares resaltó el profundo vínculo de la ciudad con su Patrona, señalando que “sin ella, Ciudad Real no podría entenderse ni su historia ni su alma”. Con esta estrecha relación, el alcalde confía en que la Virgen del Prado guiará espiritualmente a Don Abilio en su labor episcopal y en su camino personal.
El acto también sirvió para rendir homenaje y agradecer la labor del anterior obispo, Don Gerardo Melgar, quien tomó las riendas de la diócesis en mayo de 2016. Cañizares destacó su compromiso y entrega “en estos años que han contribuido a fortalecer los lazos entre la Iglesia y la sociedad ciudadrealeña”, expresando su gratitud por su dedicación y liderazgo.
Finalmente, el alcalde reafirmó el compromiso del Ayuntamiento de colaborar estrechamente con la nueva instancia pastoral, asegurando que “esta es su casa y su ciudad. Ciudad Real le acompaña en esta etapa con respeto y afecto, bajo el manto protector de Nuestra Señora del Prado”.
Con la proclamación de Don Abilio Martínez Varea, quien hasta ahora ejercía como obispo de Osma-Soria, la diócesis de Ciudad Real inicia una nueva etapa marcada por la esperanza, la fe y la unión de toda su comunidad.
Una jornada que, sin duda, quedará en la memoria colectiva de la ciudad como un momento de renovación espiritual y de reafirmación en los valores que unen a Ciudad Real en torno a sus tradiciones y su fe.
