Francia experimentó un «ataque masivo» en sus sistemas de trenes de alta velocidad justo antes del inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024. El Ministro de Transporte del país lamentó los incidentes, destacando que estos actos de sabotaje tendrían un impacto considerable en el tráfico ferroviario, afectando tanto a los residentes locales como a los visitantes internacionales. Había una clara intención por parte de los perpetradores de perturbar el normal desarrollo de este evento deportivo global, crucial para el prestigio y la economía francesa.
A consecuencia de estos actos, se espera que el tráfico ferroviario esté «fuertemente perturbado» durante el fin de semana, momento crucial previo a la ceremonia de apertura de los juegos. El Ministro hizo un llamamiento a la calma y aseguró que se están tomando todas las medidas necesarias para contrarrestar los efectos de estos sabotajes. La situación generó preocupación no solo entre los organizadores de los Juegos Olímpicos sino también entre los ciudadanos y turistas que ven en el tren de alta velocidad una vía esencial de movilidad en el país.
El ataque no solo arroja luz sobre las vulnerabilidades de la infraestructura crítica ante actos de sabotaje, sino que también plantea interrogantes sobre la seguridad durante eventos de gran envergadura como lo son los Juegos Olímpicos. Francia, en respuesta, ha reforzado su seguridad en puntos clave y continúa investigando el incidente para dar con los responsables. La comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de esta situación, esperando que se resuelva pronto y no eclipse la celebración del espíritu deportivo en los próximos juegos.
