En una competición emocionante y llena de expectativas, la selección de Francia logró clasificarse a los cuartos de final de la Eurocopa 2024, que tiene lugar en Alemania. Este logro vino tras superar a Bélgica con un estrecho marcador de 1-0, marcador que fue resultado de un gol en propia puerta de Jan Vertonghen durante los últimos minutos del encuentro. El partido mostró a un equipo francés que, aunque no brilló con su juego habitual, supo aprovechar la oportunidad que se presentó cerca del final, manteniéndose mejor a lo largo del encuentro frente a una selección belga que exhibió un rendimiento plano y una capacidad de reacción limitada tras el infortunio.
Durante gran parte del enfrentamiento, Francia mantuvo el dominio del balón, implementando una táctica de tres hombres atrás para potenciar su ataque por los carriles, aunque encontró dificultades para penetrar la bien organizada defensa belga. A pesar de los esfuerzos de jugadores como Mbappé, quien estuvo lejos de su mejor forma, y las oportunidades de gol generadas por ambos equipos, el marcador se mantuvo sin cambios hasta el minuto 85. Bélgica, por su parte, no logró aprovechar sus momentos, incluida una excelente oportunidad de Kevin de Bruyne detenida admirablemente por el portero francés, Maignan, lo que destacó la competitividad y tensión presentes a lo largo del partido.
Finalmente, el desenlace llegó gracias a un desafortunado gol en propia meta de Vertonghen, lo que desató la alegría en el equipo francés y marcó la culminación de una batalla táctica y física intensa. A pesar de las dificultades enfrentadas, Francia logró asegurar su lugar en los cuartos de final, esperando al ganador del encuentro entre Países Bajos y Rumanía, manteniendo viva su aspiración de continuar avanzando en el torneo. Este resultado demuestra una vez más la imprevisibilidad del fútbol, donde momentos decisivos pueden inclinar la balanza de un juego y decidir el destino de un equipo.