El presidente Donald J. Trump ha firmado una orden ejecutiva que pone en marcha una investigación sobre los riesgos que representa para la seguridad nacional la dependencia de Estados Unidos de los minerales críticos procesados y sus productos derivados importados. Esta acción forma parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer la seguridad económica y la producción nacional en un contexto de crecientes tensiones comerciales y amenazas a la estabilidad del suministro global.
La orden instruye al Secretario de Comercio a llevar a cabo una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Ampliación del Comercio de 1962, que evaluará el impacto de dichas importaciones en la seguridad y resiliencia de Estados Unidos. El objetivo es identificar vulnerabilidades en las cadenas de suministro, el impacto económico de distorsiones en el mercado extranjero y posibles remedios comerciales que aseguren un suministro doméstico seguro y sostenible de minerales esenciales.
Los hallazgos de esta investigación culminarán en un informe que detallará los riesgos asociados y proporcionará recomendaciones para fortalecer la producción interna, disminuir la dependencia de proveedores extranjeros y mejorar la seguridad económica y nacional. Si se determina que estas importaciones amenazan la seguridad del país, el presidente podría decidir imponer aranceles, que reemplazarían a las tarifas recíprocas actuales.
Trump ha subrayado la importancia de los minerales críticos, que incluyen elementos de tierras raras esenciales para la defensa nacional y la innovación tecnológica. Estos materiales son fundamentales para la industria de defensa de Estados Unidos, utilizados en sistemas como motores de jet, guías de misiles, computación avanzada y equipos de comunicación seguros. Sin embargo, el país sigue siendo excesivamente dependiente de fuentes extranjeras, lo que lo expone a interrupciones en la cadena de suministro y coerción económica.
Recientemente, China ha intensificado las restricciones a la exportación de materiales clave, como el galio y el germanio, en un movimiento que algunos analistas consideran como parte de una estrategia para ejercer presión sobre la industria estadounidense y sus capacidades militares. Estos acontecimientos han puesto de manifiesto la necesidad de que Estados Unidos reevalúe su enfoque hacia la producción interna de minerales críticos.
La acción del presidente también significa un paso más en su política comercial de «América Primero», que busca restaurar la competitividad de la industria nacional frente a un entorno de comercio global cada vez más desleal. Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha implementado tarifas arancelarias adicionales y ha realizado investigaciones sobre otros productos, como el cobre y la madera, que también se consideran amenazas a la seguridad nacional.
La orden ejecutiva no solo busca proteger las capacidades industriales del país, sino que también añade un nuevo capítulo a las relaciones comerciales internacionales, donde la administración Trump ha señalado su disposición a negociar nuevos acuerdos para nivelar el campo de juego para los trabajadores estadounidenses.
Fuente: WhiteHouse.gov