En un esfuerzo por consolidar la posición de liderazgo de Estados Unidos en el ámbito de la tecnología financiera digital, el presidente ha emitido una nueva orden ejecutiva que busca regular y fomentar el crecimiento de los activos digitales y la tecnología blockchain. Esta acción se presenta como un paso importante para asegurar que el país mantenga su competitividad internacional en un entorno donde la innovación financiera está en constante evolución.
La orden subraya la importancia del sector de los activos digitales no solo como motor de innovación, sino también como pilar fundamental para el desarrollo económico y la defensa de la libertad económica en Estados Unidos. Entre los puntos destacados, se establece el compromiso de proteger el acceso de los ciudadanos y entidades privadas a las redes blockchain públicas, lo que permite el desarrollo y la implementación de software sin temor a represalias. Asimismo, se enfatiza la necesidad de garantizar un acceso justo y abierto a los servicios bancarios, promoviendo una economía digital inclusiva.
Uno de los aspectos más controvertidos de la orden es su firme oposición a las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDCs). La administración ha declarado su intención de prohibir cualquier acción que busque establecer o promover estas monedas dentro o fuera de su jurisdicción, argumentando que podrían amenazar la estabilidad financiera y la privacidad de los ciudadanos estadounidenses.
Para llevar a cabo estos objetivos, se ha establecido el Grupo de Trabajo del Presidente sobre Mercados de Activos Digitales, que estará compuesto por altos funcionarios de las principales agencias gubernamentales, incluidos el Secretario del Tesoro y el Fiscal General. Este grupo tiene la tarea de revisar las regulaciones existentes y formular recomendaciones sobre la creación de un marco regulatorio federal para la emisión y operación de activos digitales, incluyendo las stablecoins.
El nuevo enfoque hacia los activos digitales refleja un cambio de paradigma en la política económica del país, buscando equilibrar la innovación con la regulación efectiva. El presidente ha dejado claro que la orden tiene como objetivo establecer un entorno que incentive la responsabilidad y la integridad en el desarrollo de la tecnología financiera.
La administración espera que este esfuerzo no solo potencie la economía digital de Estados Unidos, sino que también refuerce su influencia en el escenario global, proporcionando un marco que facilite la confianza tanto para consumidores como para desarrolladores. Con un mercado cada vez más vigilado y regulado, el futuro de las tecnologías financieras en el país queda en manos de este nuevo enfoque proactivo.
Fuente: WhiteHouse.gov