Los profesionales que integran el servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), comenzaron con la formación para el manejo de nuevos equipos instalados durante la renovación de la sala de Hemodinámica.
Facultativos, personal de Enfermería, auxiliares y residentes de la Unidad participan a lo largo de una semana en ‘Formación en aplicaciones clínicas’ en donde se instruyen sobre la parte operacional, aplicaciones avanzadas y formación con paciente en sala acerca de lo relativo a procedimientos diagnósticos e intervención, así como ajuste y personalización del equipo a la forma de trabajo y necesidades específicas de la Unidad.
De acuerdo al jefe del servicio de Cardiología en el centro hospitalario, este proceso de formación representa una “ventaja cualitativa y cuantitativa para Hemodinámica del Hospital, pasando de una sala analógica a una sala digital”.
Por una parte, el nuevo equipo garantiza mayor seguridad para el paciente y el personal
sanitario, ya que la dosis de radicación durante la intervención es significativamente inferior, “hasta un 75 por ciento menos que con el anterior equipo”, algo fundamental en pacientes que en muchos casos deben someterse a procedimientos repetitivos. En segundo término, según el doctor Balaguer, “permite una mejora en la calidad de imagen y mayor fluidez de los procedimientos”, lo que va a permitir ampliar de manera significativa la cartera de servicios de Hemodinámica dado que posibilita “optimizar el tratamiento de todos los pacientes con cardiopatía isquémica”.
El equipo contará con aplicaciones clínicas que suponen mayor seguridad en la toma de decisiones, así como la posibilidad de navegar en tiempo real sobre las arterias coronarias, visualizando las estructuras sobre las cuales se van a implantar dispositivos.
La pantalla permite además segmentar la imagen para proyectar hasta ocho señales de vídeo, de manera que puede mostrar no sólo lo que se realiza en ese momento en la sala de Hemodinámica sino también imágenes de pruebas diagnósticas como TAC o resonancia.
Esto permitirá en un futuro “tratar a pacientes que tienen problemas tanto de la válvula aórtica como estenosis aórtica severa, una patología bastante frecuente, y podremos tratar cardiopatías estructurales que hasta ahora no se trataban en el hospital”, concluye Balaguer.