Fisioterapia y su importancia para preparar y facilitar la recuperación en pacientes trasplantados

Cada 6 de junio se celebra el Día Mundial del Paciente Trasplantado con el objetivo de promover la donación de órganos y tejidos entre la población y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla – La Mancha (COFICAM) quiere sumarse a este día resaltando que la Fisioterapia está presente en todo tipo de trasplantes para preparar y facilitar la recuperación de los pacientes.

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A pesar de las dificultades que causa la pandemia, España sigue siendo el país referente mundial en donación y trasplantes de órganos. En 2020 se realizaron 4.425 trasplantes en España. En Castilla – La Mancha se efectuaron 26 trasplantes renales, 33 de córnea y se registraron 18 donantes de órganos y tejidos que generaron 45 órganos que pudieron dar vida a ese número de personas, de acuerdo a datos del Gobierno regional

Fisioterapia y trasplantes

El abordaje de un trasplante necesita de un equipo multidisciplinar que pueda valorar de forma adecuada tanto el estado físico del paciente en el momento en que se va a someter al trasplante, como la evolución de los posibles riesgos posoperatorios. Es indispensable especialmente en los trasplantes de pulmón y corazón. “En trasplantes de riñón y de hígado también es muy conveniente acudir a Fisioterapia para prevenir o tratar la fatiga muscular o el dolor musculo-esquelético, sobre todo de espalda”, afirman desde COFICAM.

La Fisioterapia tiene programas de rehabilitación y recuperación funcional para lograr la máxima autonomía y calidad de vida de los pacientes trasplantados. En los casos de trasplante de pulmón y corazón, por ejemplo, la Fisioterapia respiratoria se utiliza para eliminar las secreciones y el aprendizaje de una correcta dinámica respiratoria. También se realiza un importante trabajo de a reeducación postural. “Los procedimientos fisioterápicos empleados van desde las movilizaciones suaves, la masoterapia y el ejercicio terapéutico, hasta la termoterapia, entre otros”, señala el Colegio.

Finalmente, el paciente trasplantado no debe llevar una vida sedentaria. Se recomienda la práctica deportiva, siempre adaptada a las recomendaciones de los especialistas y del fisioterapeuta y a su grado de tolerancia. Actividades como caminar, montar en bici, natación o el golf ayudan a evitar la pérdida muscular, mejorar el funcionamiento del órgano y disminuir los efectos nocivos de los inmunodepresores. También brinda beneficios a nivel emocional, ya que reduce la ansiedad, el estrés e incluso disminuye la sensación de dolor.

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