Carlos Sobera ha logrado consolidarse como la imagen icónica de First Dates, pero su camino hacia el éxito no estuvo exento de obstáculos. Hace nueve años, el equipo de Mediaset mostró reticencias a confiar en él para liderar este popular dating show de Cuatro. En una reciente entrevista, Sobera admite que, a pesar de su.extensa carrera como presentador, siempre hay espacio para la incertidumbre: «En mi carrera he presentado de todo, pero siempre hay alguien que puede tener una pequeña duda».
Para demostrar su valía, el grupo de Fuencarral decidió someterlo a un pequeño casting. En ese momento decisivo, Sobera combinó su carisma y sentido del humor con una asombrosa cercanía, lo que le valió el aplauso de los ejecutivos. «Desde el primer momento me sentí como pez en el agua», confiesa, asegurando que su forma de interactuar con los invitados fue clave para que lo eligieran. Desde entonces, ha conducido más de 2.000 episodios del programa.
A pesar de la feroz competencia en el panorama televisivo, Sobera ha logrado mantenerse en la preferencia del público. «Nuestro peor enemigo sigue siendo Telecinco con programas como La isla de las tentaciones, Gran Hermano y Supervivientes«. Sin embargo, se muestra satisfecho con la estabilidad de First Dates. «Hay mucha gente que sigue optando por nuestro programa como una fórmula fresca y diferente», afirma, destacando que el formato se ha adaptado bien a los tiempos.
Este verano, First Dates dio un giro inesperado al ser emitido en Telecinco, lo que generó cierta desconexión con su hogar original, Cuatro. El presentador reconoce que esta decisión fue un intento de mejorar las cifras de audiencia de Telecinco, aunque plantea sus reservas: «Desvestir a un santo para vestir a otro, a veces no es del todo bueno». La reubicación implicó cambios en la estructura del programa, como reducir el número de parejas presentadas. No obstante, Sobera defiende que retornar a Cuatro fue lo correcto, pues la audiencia sigue siendo leal al concepto original.
La situación se complicó aún más con la llegada de nuevos realities que frustraron la continuidad de First Dates en Telecinco. «Telecinco tiene armas para defenderse perfectamente», asegura, refiriéndose al sólido contenido de su programación.
En cuanto a First Dates Hotel, una versión que prometía ampliar la franquicia, las cifras de audiencia no fueron las esperadas. Sobera reflexiona sobre cómo el enfoque del programa cambió de ser un encuentro para enamorarse a uno más superficial, influenciando la recepción: «Teníamos la sensación de que nos desperfilamos un pelín. Creo que ese matiz tan tonto pudo influir en que la recepción no fuera tan buena». Así, el carisma de Sobera, combinado con las lecciones aprendidas a lo largo de su trayectoria, sigue siendo clave en su viaje televisivo.
