Los socialdemócratas daneses, un pilar político de Copenhague durante más de un siglo, han sufrido una contundente derrota en las recientes elecciones locales. Desde su llegada al poder en 1903, el partido ha cambiado radicalmente la ciudad, convirtiéndola en un icono europeo. Sin embargo, en el nuevo panorama electoral, se vio relegado al tercer lugar, superado por movimientos aún más a la izquierda, lo que representa un fuerte golpe a su historia de dominio en la capital.
Las cifras del escrutinio revelaron que la alianza Roji-Verde obtuvo un 22,1% de los votos, seguida por la Izquierda-Verde, mientras que los socialdemócratas apenas lograron un 12,7%. Este desplome no solo afecta a la capital; es un síntoma de un cambio más amplio en la percepción de los votantes urbanos, quienes han visto al partido alejarse de sus raíces en temas clave como la vivienda asequible y los derechos sociales. La candidata del partido, Pernille Rosenkrantz-Theil, lamentó la pérdida de la ciudad, subrayando la dificultad de mantener la confianza de sus antiguos votantes.
Este revés podría configurarse como un presagio de lo que podrán esperar los socialdemócratas en las elecciones generales del próximo año. La actual gobernanza del país, en coalición con partidos centristas, se muestra cada vez más desafiante, ya que el electorado parece estar cansado de un enfoque que muchos consideran excesivamente alineado con políticas de derecha en cuestiones migratorias y económicas. La historia de los socialdemócratas en Copenhague podría estar escribiendo su último capítulo, mientras los daneses buscan alternativas que reflejen sus anhelos actuales.
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