Durante el pasado fin de semana, las carreteras de Castilla-La Mancha fueron escenario de 15 accidentes de tráfico que resultaron en un total de 18 personas heridas, cuatro de estas con heridas de gravedad y 14 con lesiones de carácter leve. Estos datos, suministrados por la Delegación del Gobierno de la región, reflejan la incidencia de los siniestros viales en diferentes provincias.
La provincia de Albacete registró cuatro accidentes, con tres personas gravemente heridas y una con heridas leves. Por su parte, en Ciudad Real no se informó de ningún siniestro durante el período mencionado. La provincia de Cuenca presenció cuatro accidentes con cuatro heridos leves como resultado.
En Guadalajara hubo un solo siniestro que se saldó con una persona herida de forma leve, en tanto que la provincia de Toledo fue la que mayor cantidad de accidentes contabilizó, con un total de seis, dejando tras de sí un herido grave y ocho leves.
En otro orden de preocupaciones viales, la Delegación del Gobierno de la región ha compartido cifras relativas a las pruebas de alcoholemia que fueron llevadas a cabo en el mismo fin de semana. Se realizaron 4.290 pruebas en toda Castilla-La Mancha, de las cuales 32 resultaron ser positivas. De estas, tres correspondieron a conductores jóvenes menores de 25 años.
Desglosando los datos por provincias, en Albacete se efectuaron 795 pruebas, con solo tres positivas, y ninguna reflejada en jóvenes menores de 25 años. Ciudad Real no reportó datos al respecto. En Cuenca, se realizaron 199 pruebas, con siete positivas, sin casos en menores de 25 años. Por su parte, Guadalajara registró 1.124 pruebas, de las cuales ocho fueron positivas y dos correspondieron a menores de 25 años. Finalmente, Toledo, con 2.172 pruebas realizadas, obtuvo 14 resultados positivos, incluyendo uno perteneciente a un menor de 25 años.
Estas cifras ponen de manifiesto las problemáticas de seguridad vial que se mantienen presentes en las carreteras y apuntan a la persistente necesidad de seguimiento y prevención en cuanto a la conducción bajo los efectos del alcohol, especialmente entre la población más joven.
