Festival de Almagro será escenario de un emocionante duelo culinario familiar con el apoyo de la Diputación Provincial





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                    La Diputación de Ciudad Real ha llevado a cabo una actividad sin precedentes en el marco del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro que ha divertido a pequeños y mayores por igual. Bajo el título "Don Repollo y Doña Berza: clases de cocina en familia", seis de ellas han tenido la oportunidad de ponerse el delantal y adentrarse en el fascinante mundo de la cocina manchega.
                    
                
            
        



El evento se ha celebrado en el emblemático Palacio de los Condes de Valdeparaíso de Almagro, propiedad de la institución provincial y sede del Festival de Almagro los días 13 y 27 de julio. Durante noventa minutos de pura magia culinaria, la tradición y la gastronomía se han dado la mano gracias también a la colaboración y el entusiasmo de las familias.



La iniciativa, de carácter gratuito que requería una inscripción previa, ha ofrecido una experiencia única. Las cocinas de Valdeparaíso se han convertido en el escenario de un emocionante duelo culinario donde los participantes, especialmente los más pequeños, se han sumergido en los recetarios del Siglo de Oro. Guiados por chef Nieves Núñez, propietaria del restaurante Los Arenales de Almagro, las familias han elaborado recetas que han evocado los sabores ancestrales de la provincia.



La portavoz del Gobierno de la Diputación, Rocío Zarco, y la directora del Festival de Almagro, Irene Pardo, han asistido a esta segunda jornada de cocina. Ambas han destacado la importancia que tiene desarrollar actividades que no solo celebran la gastronomía, sino que también fomentan el aprendizaje y la unión familiar.



«Ha sido una experiencia enriquecedora que ha permitido a las familias conocer de cerca nuestra herencia culinaria y también disfrutar del placer de cocinar juntos», ha comentado Zarco. Por su parte, Irene Pardo ha subrayado la relevancia de integrar la gastronomía en el marco cultural del festival, creando una sinergia que enriquece la oferta de cara al visitante. Ambas han formado parte del jurado.



Los asistentes no solo han aprendido a preparar platos típicos de la cocina manchega, sino que también han vivido una experiencia sensorial completa, explorando ingredientes y técnicas culinarias que han pasado de generación en generación.



Así, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que hoy termina y es conocido por su excelencia en las artes escénicas, se abre paso también como un referente en la promoción de la cultura gastronómica.


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